Manos arriba
9 de noviembre - 2017

Por Edgardo Cabrera

Vaya caras duras que resultaron tres diputados locales que aprovechando su investidura utilizaron la Tribuna para decirse víctimas de la delincuencia, incluso no faltó quien desviara recursos del Congreso para convocar a rueda de prensa y boletinar el supuesto robo de identidad del que fue objeto.

Hablamos del ecologista Fidel Águila, el moreno Humberto Cuahutle y la perredista Floria María Hernández.

El primero asegura que le robaron sus datos personales y hasta su fotografía oficial (que aparece en la página del Congreso) para defraudar a un vendedor de una camioneta a quien le pagaron con un cheque sin fondos, el de Morena dijo que en Apizaco le hurtaron su auto, y la del PRD acusó que su vehículo amaneció sin llantas.

Las fechorías de las que supuestamente fueron víctimas, como cualquier delito, son condenables, pero su carácter de diputados no les da derecho a recibir una mejor justicia (verdaderamente pronta y expedita), tampoco que el gobierno les reintegre lo hurtado, y menos que atraigan reflectores para auto victimizarse.

Son miles de tlaxcaltecas los que hemos sido víctimas de la delincuencia, desde vulgares raterillos hasta bandas criminales que lo mismo secuestran que defraudan, asesinan o chantajean, y todos esos casos no han llegado a la máxima tribuna del estado porque simple y sencillamente no les interesan a la gran mayoría de los diputados empezando por estos tres.

Dudamos mucho que en verdad estén preocupados por la delincuencia del estado, ellos no perdieron nada, por el contrario, el robo, de ser cierto, fue una ganancia, lo aprovecharon para sacar raja política.

Ojalá, y como muchos lo hemos padecido, peregrinen y padezcan el calvario de lidiar con la burocracia, la lentitud y la ineficacia del sistema de justicia que está siempre al servicio del mejor postor.

Fraude

Ya que hablamos de los diputados Floria María, Fidel y Humberto, al revisar su paso por el Congreso simplemente no encontramos ninguna aportación relevante en materia legislativa.

Ninguno se ha caracterizado por debatir asuntos relevantes ni tampoco por plantear alguna iniciativa o reforma trascendental para el estado.

Eso sí recordamos, por ejemplo, a la perredista disputando la coordinación parlamentaria a su compañero Alberto Amaro o chaqueteando con Morena en busca de ser candidata al senado, algo que no se le hizo.

Tampoco podemos olvidar el ridículo cometido por Cuahutle cuando nadie, ni sus asesores o homólogos, le dijeron que una iniciativa de reforma que impulsó y aprobó era para una ley que es letra muerta en el estado, hablamos de la inexistente pensión para adultos mayores con cargo al erario estatal.

Lo que sí es  digno de denunciarse en Tribuna es el atraco cometido en contra de los ciudadanos por parte de varios representantes populares que sólo acuden al Congreso a calentar el asiento y levantar el dedo.

Mala leche

Alguien les jugó una mala broma a los diputados locales panistas y creo que ese fue el dirigente estatal del partido, Carlos Carreón, quien ayer boletinó la entrega de 12 mil 700 litros de leche y 30 cisternas a familias tlaxcaltecas.

El asunto es que en más de una ocasión el PAN se ha rasgado las vestiduras denunciando el interés clientelar de los actores políticos que regalan despensas o material de construcción.

Sin embargo ahora no tuvieron empacho en presumir el reparto de harta leche y tinacos Rotoplas poniendo a los 4 legisladores locales de “a pechito” para que sus adversarios les promuevan una denuncia electoral o mediática considerando que todos tienen interés por contender en el 2018.