Por Edgardo Cabrera

Los de la sección 31 del SNTE regresaron a las calles, el viernes convocaron a una movilización en rechazo a la designación de Reyna Maldonado Hernández, como Jefa del Departamento de Secundarias Técnicas.

Lo cierto es que a los líderes sindicales poco les importa el perfil de la nueva funcionaria educativa (que por cierto incluye posgrados en el extranjero y una maestría en Ciencias de la Educación, algo que no pueden presumir los añejos aspirantes que quieren imponer), más bien hablamos de que no pretenden perder una posición de poder.

Al SNTE, cuyo brazo político es el Panal, le urge mantener bajo su control las jefaturas y direcciones en la estructura educativa de la entidad, saben que desde ahí van a operar para las elecciones del 2018.

Los ingenuos maestros que son manipulados por sus líderes sindicales, piensan que su protesta es justa para escalar en el organigrama, pero lo cierto es que las jefaturas tradicionalmente se han otorgado a los lamebotas de los dirigentes gremiales para saciar, además de sus ambiciones de poder, sus exigencias económicas, recordemos que el removido fue acusado por la venta de plazas.

Por lo pronto la tensión seguirá en el sector educativo dado que el Partido Nueva Alianza aún no define si irá en coalición electoral con el Frente Ciudadano (PAN-PRD-MC) o se mantendrá con el PRI; a los primeros les ha ofrecido el “control” de los docentes para manipular el voto a su favor, mientras que a los segundos los ha chantajeado con mantener el gallinero tranquilo.

En conclusión, estamos ante una pugna política que nada tiene que ver ni con el bienestar laboral de la clase trabajadora docente y administrativa, ni menos con mejorar la educación de los alumnos.

A colación

Pero además de las direcciones, los relucientes dipus del Panal, J. Carmen y su retoñito Sandra, y el líder de la 31, Demetrio Rivas, no cejarán en su lucha contra Manuel Camacho a quien quieren bajar a toda costa de la titularidad de la Secretaría de Educación Pública.

Lo cierto es que el “novato” funcionario ha aguantado los golpes y sorprendido a propios y extraños que lo querían ver en la lona desde la primera semana que asumió funciones.

Recordemos que apenas estrenado en el puesto, sus ex colegas, priístas resentidos, líderes sindicales y hasta sus “cuates”, emprendieron una campaña en su contra en berrinche por no ser nominados en el gabinete de Marco Mena.

Los siempre exigentes miembros del SNTE, la CNTE, normalistas, Fenerrr y otros más, que en lugar de miembros del sector educativo parecen verdaderos hooligans, le han propinado golpe tras golpe intentando novatearlo.

Sin embargo, tal parece que ante cada embate el funcionario se fortalece más, quizá por eso ahora hasta sus mismos enemigos lo ven como candidateable para el 2018 lo cual sería a lo mejor su única opción para verlo fuera de la SEPE.

Ultimátum

Nos enteramos que los miembros del Frente Ciudadano, en su capítulo Tlaxcala, habrían dado un ultimátum a los partidos Alianza Ciudadana y Nueva Alianza para que definan su postura de cara a las elecciones locales del 2018.

Tanto al PAC como al Panal los han invitado a integrarse al Frente para ir juntos en la búsqueda de ganar la mayoría en el Congreso local.

Si bien la semana pasada PAN-PRD-MC entregaron al ITE el documento para formalizar su intención de coaligarse, aún tienen hasta el 23 de enero para registrar oficialmente la alianza ante la autoridad local.

Sin embargo, los tiempos se acortan para pactar el reparto de distritos y candidatos, de ahí que a lo mucho prolongarán por 3 semanas más el plazo para que definan los indecisos su postura.