Por Esteban García.

De cara a las elecciones de 2018, en Tlaxcala, el PRI es el favorito a vencer, sencillamente, porque es el que mejor se perfila para ganar.

Los partidos de oposición invocan la necesidad de una gran alianza opositora, porque no tiene más camino que ir juntos para ser competitivos.

Se trata de institutos políticos débiles, como consecuencia de fracturas internas a falta de una ideología y convicciones firmes.

PRD y PAN tuvieron la oportunidad de gobernar en el pasado, pero la ambición de su élite gobernante terminó por dividir y sepultar sus posibilidades de continuidad inmediata.

Ahora, pretenden un frente ciudadano que, en los hechos, es una mentira, porque lo encabezan políticos sin prestigio unidos por el hambre de puestos; son los cargos su principal objetivo, no un cambio como resultado de un proyecto.

En cambio, el PRI, sin hacer alarde de posicionamiento, ha tejido fino para mantener su estructura unida, teniendo como elemento cohesionador el liderazgo del Gobernador Marco Mena, un hombre sencillo que, sin involucrarse en escándalos ni confrontaciones, ha venido haciendo su tarea de establecer las bases de un gobierno que avanza y anticipa más resultados.

El escenario no es sencillo, pero tampoco resulta imposible. La posibilidad de ganar está al alcance de una estructura organizada, funcional y, sobre todo, institucional, como el PRI, que durante el Consejo Político Estatal, que celebró sesión extraordinaria este fin de semana, quedó claro que no renunciará a nada.

Relación de cercanía

El titular de la Secretaría de Salud federal, José Narro, visitó Tlaxcala para inaugurar la Feria de Tlaxcala 2017, en compañía de Gobernador Marco Mena.

En su mensaje, en el salón Joaquín Cisneros del recinto ferial, el funcionario federal resaltó la importancia de la salud, y expuso que el adecuado desarrollo de esta feria, única y rica en tradición, será expresión de la salud del pueblo tlaxcalteca, pues esta condición va más allá de lo biológico: tiene implicaciones en el ánimo social.

La presencia de Narro, uno de los funcionarios más connotados del gabinete federal, evidenció la cercanía que el mandatario estatal guarda con la administración del Presidente Enrique Peña Nieto.

Ello fue evidente horas antes, cuando Narro anunció el apoyo de su dependencia a favor de los trabajos que emprende el Gobierno de Marco Mena para sanear el río Zahuapan, en el marco de un foro convocado por integrantes del Senado de la Republica en conocido centro vacacional de Santa Cruz Tlaxcala.

Además, anticipó el respaldo del gobierno federal para atender en la entidad los casos de influenza que, se prevé, aumenten en la temporada invernal.

Al secretario de Salud se le vio muy cómo y contento. No en vano dijo que, si lo invitaban de nuevo, regresaba.

Incongruencia

La manifestación de agremiados a la Sección 31 de la SNTE del pasado viernes obedeció a la lógica del chantaje, del autoritarismo que ejercen poderes fácticos, como los sindicatos, que se extralimitan en sus demandas.

Los seguidores de Demetrio Rivas quieren imponer a uno de los suyos en el Departamento de Secundarias Técnicas. Punto.

Por ello, aguardaron de manera perversa al día de la inauguración de la Feria de Tlaxcala para intentar presionar al gobierno que, en uso de sus facultades, designó en días pasados a Reyna Maldonado en dicha posición.

También suspendieron de manera unilateral los Consejos Técnicos Escolares en las instituciones de este nivel, pese a que esta estrategia busca la ruta de mejora de cada institución para incidir en la calidad de la educación de los alumnos.

Los inconformes piden respeto para su sindicato, pero no respetan la ley.

No se han violentado sus derechos, pero ellos sí violentan la determinación de la autoridad y el libre tránsito de los tlaxcaltecas.

Atendieron el llamado de su líder sindical, pero escondieron los libros de asistencia a los Consejos Técnicos Escolares.

Dicen que quieren que se resuelvan los problemas en el sector educativo, pero incumplen con sus obligaciones en el afán de imponer a un Jefe de Departamento.

De ese tamaño es su incongruencia.