Espionaje
19 de octubre - 2017

Por Edgardo Cabrera

Al interior del PAN estatal las lealtades están a prueba, los adrianistas han comenzado a morder la mano de quien los puso y les dio.

Lo anterior viene a colación porque fueron esos lobos disfrazados de ovejas quienes grabaron y filtraron un audio donde exhiben a la senadora exaltada, y en algunas partes al borde del llanto, al momento en que les reprocha a sus correligionarios por culparla “de todo lo malo” que pasa entre los albiazules.

Fue durante la sesión de la Comisión Permanente Estatal, realizada el fin de semana, que quedó claro que Adriana Dávila está más sola que nunca al interior de su partido en el estado, al menos no escuchamos que nadie le aplaudiera o pronunciara alguna palabra de aliento tras desgañitarse frente a los suyos.

Gremlins

Pero más allá del espionaje de casa y en casa, en algo tiene razón Adriana, ella no es la única responsable de los tropiezos de su partido.

Revisemos los malos resultados de los ex alcaldes panistas.

Acaso olvidan que una decena fueron acusados y denunciados penalmente tras encontrarse malos ejercicios financieros, como en el caso de Adolfo Escobar, señalado por apropiarse y construir el millonario Polideportivo en un predio que mantiene una disputa legal por la posesión, litigio donde aparece el nombre de otro “ilustre” panista y ex diputado como supuesto propietario.

Y para rematar, los ex diputados locales gozan de la amnesia albiazul a pesar de estar acusados de negociar cuentas públicas y basificar en el congreso a amigos, amantes y familiares; ya no hablemos del dirigente estatal que nunca ha dejado de ser una marioneta, ahora hasta de sus aliados partidistas.

Del lado opuesto, los antagónicos a Dávila también han contribuido, desde los que chaquetean en cada elección en berrinche porque no les dan, hasta quienes mantienen en el terreno de lo pasional sus pleitos.

Es claro que en el PAN los culpables y traidores se multiplican y reproducen como los gremlins.

0 y van 3

Bastaron 10 meses para reventar contra 3 alcaldes acusados por sus habitantes de incompetentes, nepotistas, gandallas y hasta de promotores de la inseguridad.

A los de Contla y Calpulalpan, el primero de extracción perredista y el segundo de las filas del PES, pobladores formalizaron una solicitud ante el Congreso para que sean removidos del cargo.

Mientras que al de Huactzinco, el socialista Alfredo Valencia Muñoz, lo denunció penalmente su ex director de seguridad pública luego de poner en evidencia que presuntamente solapó borracheras y otras conductas al margen de la ley que terminaron en escándalos en la vía pública, robos y riñas donde estuvieron involucrados supuestos familiares del edil y hasta personas que lo apoyaron en campaña.

En el caso de Miguel Muñoz la queja es porque además de la contratación de familiares del alcalde y regidores, existen señalamientos de la existencia de aviadores en la nómina de Contla.

Y a Neptalí Gutiérrez, aparte de ser acusado de nepotismo, lo tachan de incompetente para gobernar ya que los servicios municipales son un desastre, la seguridad está para llorar y desconocen a dónde fue a para un cuarto de millón de pesos que supuestamente se destinó unilateralmente al patronato de feria de Calpulalpan.

El asunto es que en los tres casos no deben tomarse a la ligera las acusaciones, solicitudes y demandas penales, deben ser investigados y deslindarse responsabilidades.

Recordemos que los alcaldes fueron electos por casi cinco años de ejercicio y de no tomar cartas en el asunto las molestias crecerán y conducirán a la ingobernabilidad de las comunas en detrimento del desarrollo municipal.