Yo no fui
10 de octubre - 2017

Por Edgardo Cabrera

De risa es lo que ocurre en el PAN tras la renuncia de la esposa de Felipe Calderón, en berrinche porque no la hicieron candidata presidencial ante el empecinamiento de su dirigente, Ricardo Anaya, por ser el abanderado del Frente Ciudadano.

Hablamos de una pugna por los intereses personales, apartados, claro, del bien común.

Al tratar de lavarse las manos y expiar culpas, los anayistas, empezando por su líder, no asumen su responsabilidad, por el contrario, acusaron al PRI de ser los responsables de la salida de Margarita Zavala.

En Tlaxcala ocurrió lo mismo, los puritanos y corifeos de Ricardo lo defendieron y trasladaron la responsabilidad a Peña Nieto, al fin y al cabo ante la baja popularidad del presidente de la república se ha convertido en el villano favorito de todos.

La realidad es que tanto Zavala como Anaya tienen su parte de culpa de la grave crisis en la que entró el PAN que, con todo y su frente, parece que se perfila a la derrota en 2018 dejando campo fértil para Andrés Manuel López Obrador y el candidato del PRI.

Por cierto que en medio de la crisis panista, Rafael Moreno Valle estirará la liga con el Partido Nueva Alianza (donde están metidos los hilos de su madrina política, Elba Esther Gordillo) para arrinconar al dirigente panista quien está urgido de legitimidad para su candidatura.

Plan con maña

Así nos lo confirmaron, la orden fue clara por parte de Margarita Zavala, tanto a nivel cupular como en las entidades no deben dejarle todo en charola de plata a Ricardo Anaya por lo que se les pidió “aguantar” en el PAN y no renunciar.

Y así ha comenzado a ocurrir, de entrada el grupo de senadores anti anayistas (Ernesto Cordero, Javier Lozano, Roberto Gil, entre otros) manifestaron que no se irán de Acción Nacional.

En las entidades lo mismo ocurre, en Tlaxcala, por ejemplo, los margaritos encabezados por los hermanitos Gutiérrez ya advirtieron que no renunciarán al PAN con lo que amenazan con ser una piedra en el zapato de los anayistas Carlos Carreón y Adolfo Escobar.

Lo cierto es que le apuestan a reventar al partido desde adentro, eventualmente se dirán “mártires” y se quejarán de no ser favorecidos con candidaturas dado que el botín debe repartirse entre el PRD y Movimiento Ciudadano, sus aliados en el Frente.

Por lo que la tragicomedia albiazul seguirá dando de qué hablar, provocando risas y debitando lo que parecía una alianza ganadora.

Aventureros

Apresuradito salió Serafín Ortiz a negar que haya comprado la candidatura al senado y que el partido de su familia, el PAC, vaya en alianza con Morena y el PT.

El problema es que a los Ortiz ya nadie les cree, un día dicen una cosa y al otro, otra, no vamos lejos, rumbo al 2016 el propio Serafín primero aseguraba que estaría en las boletas por la gubernatura y al final del día ni estuvo en las boletas ni dio la cara después del ridículo que hicieron en la competencia tras colocar a un patiño como candidato.

No hace mucho, en agosto para ser exactos (http://gentetlx.com.mx/2017/08/17/asegura-serafin-que-el-pac-no-le-entra-a-las-federales/), descartaron públicamente competir en la elección federal, aunque en los hechos mantienen pláticas con el PRD, PAN y hasta con el PRI, algo que incluso confirmaron ayer lunes dejando atrás su declaración de hace un par de meses atrás.

Lo que es claro es que, fieles a su costumbre, los Ortiz «aventureros» tratan de vender muy caro su amor y simplemente están a la espera de que algún ingenuo o necesitado caiga, de no lograrlo, irán de nuevo solos y haciendo alianzas de facto al cuarto para la hora de la elección.