Las Antípodas: Más Vale Prevenir que Lamentar
27 de septiembre - 2017

Por Juan Manuel Cambrón Soria

“La prevención de accidentes no debe ser considerada como una cuestión de legislación, sino como un deber ante los seres humanos, y como una razón de sentido económico”. Werner von Siemens

Ha pasado una semana del sismo que sacudió el país, y tras él un sin número de anécdotas, historias, enseñanzas, duelo, dolor y angustia se acumulan en cafés, reuniones de trabajo y salas familiares; el sismo sigue siendo el tema que acapara la atención del país entero.

Desde mi punto de vista amable lector, no sé si coincida conmigo, pero en Tlaxcala nos ha dejado un mensaje claro y contundente, carecemos de preparación para reaccionar y nos falta educación en materia de protección civil. Bajo esta premisa, y luego de observar el entorno local, enviamos una propuesta al Gobernador y que haremos llegar en el Congreso del Estado, con algunas medidas a considerar en materia presupuestal que permitan generar ahorros relevantes, y un conjunto de planteamientos que estimamos relevantes poner a consideración de todas y todos.

Primero, como sabemos ya, el sismo nos tomó por sorpresa, creemos que es prioritario invertir en un Sistema de Alarma Sísmica en Tlaxcala, que sea eficiente y funcional, y que de manera estratégica en escuelas y espacios públicos anticipe con suficiencia cuando se avecine un evento de altas magnitudes, debemos tratar de evitar tragedias como la sucedida en la escuela “Enrique Rébsamen” de la Ciudad de México.

Segundo, es urgente que se implemente un Programa de Revisión y Evaluación de Infraestructura en la entidad; evalúe seria y profesionalmente el estado que guardan en términos estructurales edificios públicos, escuelas, estadios, centros deportivos, puentes vehiculares y peatonales, distribuidores viales, museos, teatros, cines, centros comerciales, etc., y cuyos resultados sean informados a la población en general; es importante que las personas y las familias recuperen la tranquilidad, y no existan temores o dudas que generen crisis colectivas, además de que permitirá identificar lugares o construcciones que requieran reforzamiento o reconstrucción.

Tercero, durante el sismo lo que observamos fue nerviosismo, desesperación, desorden, imprudencia, desorientación, en fin, todo ello producto de nuestra nula educación para reaccionar en situaciones similares. Hoy no podemos afirmar que en Tlaxcala nunca pasará, por ello, es necesario diseñar e implementar una Política Pública de Protección Civil, que prepare y eduque a la población a tomar medidas preventivas y de reacción ante dichos acontecimientos; poniendo especial énfasis en instituciones de educación pública y privada de todos los niveles, centros de concentración de masas, espacios públicos; y que debe llegar a la profesionalización de los responsables de las áreas de protección civil a nivel estatal y municipal.

Cuarto, dado que los desastres naturales no avisan tiempo de llegada, ni la intensidad con la que golpearán, sería de mucha utilidad integrar, capacitar y equipar, suficiente y profesionalmente a un Grupo Estatal de Reacción Inmediata ante Desastres Naturales, que cuente con la pericia, experticia y herramientas necesarias para el rescate de personas, identificación de personas atrapadas con vida, determinación de daños y riesgos, remoción de escombros, entre otros; que coadyuve con estas tareas no sólo en la entidad, sino que brinde respaldo en otros estados o lugares afectados. Recordemos el viejo adagio de los abuelos “es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”.

Quinto, se debe conformar un Fondo Estatal para atender Emergencias por Desastres Naturales; que cuente con reglas claras y transparentes de operación, cuyo fin inmediato y directo sea apoyar a la población vulnerable y que resulte afectada por eventos de la naturaleza, no sólo considerando las necesidades obvias posteriores aun evento (provisión de víveres, medicamentos, ropa, artículos de limpieza, etc.) sino que también, prevea el apoyo para la normalización de la vida cotidiana y la reinserción económica de las familias afectadas.

Sexto, se debe revisar a fondo la Ley de Protección Civil de Tlaxcala, revisar su aplicabilidad y funcionalidad, evaluar los alcances y avances del Sistema Estatal en la materia, y crear un Centro Estatal de Prevención de Desastres.

Se puede estar o no de acuerdo con este paquete de propuestas, tal vez haya otras más acabadas o mejores, pero lo imperioso es que es un debate que debe darse con responsabilidad y a la brevedad, que derive en toma de decisiones e implementación de acciones. El planeta está enfermo, el cambio climático impacta la vida diaria, los desastres naturales no tocan a la puerta para llegar; hoy fue un sismo, mañana vendrán tormentas o huracanes, nuestro vecino el Popocatépetl está despierto, tal vez olas de calor o hasta ondas gélidas amenacen nuestro futuro, más vale estar preparados y prevenidos.