78 años del PAN; el reto del siglo XXI
17 de septiembre - 2017

Por Carlos Carreón Mejía

Acción Nacional llega al 2017 con la misma visión con la que fue concebido, pero entendiendo a la perfección el momento crucial que vive México.

Manuel Gómez Morín, fundador del Partido Acción Nacional, es reconocido como uno de los mayores pensadores e ideólogos del siglo pasado. Su visión: profunda y analítica, pero a la vez decidida y firme, lo llevaron a crear una institución política cuyo primer fin no fue el de ganar elecciones, sino el de hacer una escuela de ciudadanos.

Remontemonos 78 años…

México venía de un proceso doloroso por la post-guerra civil -conocida en la historia como Revolución Mexicana- en la que los ciudadanos se enfrentaban al gran delito de pensar distinto al gobierno; un gobierno autoritario, unilateral, parcial y pacífico.

Si bien es cierto que Porfirio Díaz logró importantes avances tecnológicos y de infraestructura en el país, también es verdad que en esa época, prácticamente todo el mundo vivía una etapa de “vacas gordas”. Estados Unidos, por ejemplo, estaba siendo testigo del surgimiento de hombres que se convirtieron en ícono del sueño americano: Vanderbilt, Rockefeller, Morgan, Ford, entre otros, mientras tanto en México, eran solo unos cuantos los beneficiados por el gobierno en turno.

Para 1939, año en que fue fundado Acción Nacional, México vivía una naciente democracia que por una parte había terminado con un poder absoluto de tres décadas, y por otro extremo, se había asesinado al presidente mexicano con mayor legitimación de la historia a causa de una traición: Francisco I. Madero.

El México del 39 era el México nacionalista. Aquel México donde todas y todos cooperaron para expropiar el petróleo mexicano, a solicitud del entonces presidente Lázaro Cárdenas. Es en ese México donde surge Acción Nacional, con una visión adelantada para su época.

Manuel Gómez Morín no enfocó sus esfuerzos primarios en intentar ganar una elección que era completamente controlada y manipulada por el partido en el gobierno. Gómez Morín pensó primero en crear una escuela de ciudadanos que pensaran, criticaran y participaran del quehacer político, pues lo primero que habría que lograr era el interés por transformar a México, partiendo de cuatro pilares: respeto a la dignidad de la persona humana, solidaridad, subsidiaridad y bien común.

En una jugada adelantada para su tiempo, Gómez Morín fundó un instituto político democrático en el que las decisiones no se tomaban de manera lineal, sino a través del consenso y la propuesta emergente de la base partidista.

La asamblea constitutiva de Acción Nacional, representó un trabajo inmenso para construir los documentos básicos del partido, -vigentes hasta la fecha- en los que se plasmó la esencia de un instituto que funcionara como herramienta para los ciudadanos. “El partido debe construirse de abajo hacia arriba” decía González Luna, y así fue…

Hoy, 78 años después de aquel encuentro entre hombres y mujeres con visión de cambio, tenemos la obligación como panistas de construir ese México que sí es posible. Un país en el que las oportunidades sean parejas para todas y todos, en el que no haya más corrupción ni impunidad.

Lo dijo el presidente Ricardo Anaya, la lucha por la independencia en 2018 será para independizarnos de la corrupción y de la opacidad. No podemos continuar en un México donde exista una profunda desigualdad social.

El frente ciudadano por México representa para nosotros una oportunidad de coincidir con otras fuerzas políticas, pero sobre todo, con ciudadanos libres que quieren un México diferente.

Felicidades México, por 78 años de un partido fuerte que camina de la mano de los mexicanos. Felicidades, Acción Nacional.