Actores y Escenarios: Cumplir los Compromisos
21 de agosto - 2017

Por Esteban García

El Gobierno que encabeza Marco Mena cumplió con la creación del Instituto de Profesionalización Docente

Su aliado, el PANAL, presentó la iniciativa legislativa para brindar a la SEPE atribuciones en el diseño y planeación de políticas públicas enfocadas a la capacitación y actualización de los maestros en la entidad.

En su toma de protesta como Gobernador, y durante la presentación del Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021 prometió revalorizar el papel de los profesores en la sociedad tlaxcalteca, mediante la operación del Instituto de Profesionalización del Magisterio.

Ahora, con la iniciativa del PANAL, el apoyo del SNTE y el respaldo de la bancada del PRI, la capacidad negociadora se impuso al interior del Congreso local, donde la propuesta finalmente fue avalada, en beneficio de los más de 20 mil profesores que laboran en los niveles de educación básica, media superior y superior de la entidad.

Meta alcanzable

Los compromisos se están cumpliendo

Marco Mena ofreció generar anualmente cinco mil empleos formales, y la semana pasada, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que, al cierre de julio, el número de trabajadores afiliados llegó a 95 mil 743, cifra inédita que indica que, en la era Mena se han generado 4 mil 829 fuentes de empleo.

Ello implica que se ha cumplido prácticamente el 97 del objetivo para este año.

Si comparamos el ritmo de crecimiento de los primeros siete meses de este año con el del mismo periodo del año anterior, podemos advertir un repunte del 11.2 por ciento, el tercero mal alto entre las entidades de la región dentro del país.

Las perspectivas de inversión permiten anticipar que la meta de 2017 se atenderá de manera más que satisfactoria.

Apología de la trata

Prevalece la sensación que, en el combate a la trata de personas, solo se ve lo negativo

Algunos actores y organizaciones repiten los resultados de estudios que sugieren una alta incidencia en la entidad; su rigor científico se concede en automático sin cuestionamientos. Prácticamente nunca se tratan de comprobar, pero sí se replican indiscriminadamente, sin medir consecuencias, configurando así el estigma de Tlaxcala.

Y hoy que por fin se apuesta por la prevención, que hay un interés por invertir en una mejor ciudadanía, se olvida que se arrastran viejas inercias que prevalecen en muchos niveles, y una de estas es el prejuicio, la idea de que se simula, que el estado no cambia, que es la cuna de los padrotes, que los niños quieren serlo de adultos, cuando en los hechos no es en absoluto así.

Establecer esas conjeturas como verdad absoluta aviva la problemática, en vez de resolverla.

Definitivamente, hay protagonismos que encumbran una negra apología.