Ranulfo Rojas Bretón

Cada que escucho esa pequeña parábola de Jesús que dice: “El Reino de los cielos se parece a un comerciante en perlas finas que cuando descubre una de gran valor, va vende cuanto tiene y compra esa perla”. Me gusta porque creo que la vida es una búsqueda de algo mejor de lo que tengo o de lo que soy. Siempre estoy a la búsqueda de mejorar mi vida personal, mi vida profesional, incluso mejorar en mis bienes y creo que todo eso es precisamente descubrir “una perla fina o de gran valor”, pero algo que más me atrae de dicha parábola es la expresión: “va vende cuanto tiene y compra esa perla”. Porque eso de ir y vender o deshacerse de lo que tengo para alcanzar algo mejor parece un paso lógico pero dar ese paso no es nada fácil, siempre asaltan los pensamientos de miedo, de inseguridad de pensar que podemos equivocarnos o simplemente el conformismo de “estar bien así como estoy”.

Dar el paso hacia la obtención de aquello que me gusta, aquello que quiero, es algo muy difícil especialmente cuando no estamos acostumbrados a enfrentar retos, o incluso cuando tenemos junto a nosotros aquellos “asesinos del espíritu” de los que ya he hablado, que te dicen que no vas a poder, que no lo vas a lograr, que eres un inútil o que no tienes condiciones para lograrlo:

El paso a la obtención de la perla fina que puede ser algo material o incluso algo profesional como el culminar tu carrera, te implica pagar un precio, y cuánto más cara es esa perla, el precio es más alto. Ante esa situación no solo no debes dejarte caer, más bien debes fortalecerte y decir: esa perla es para mí y la voy a obtener cueste lo que me cueste.

Deshacerse de muchas cosas como la pereza, la envidia, la soberbia, el sentimiento de frustración, las críticas que te hacen, de todo aquello que te puede impedir alcanzar la perla fina, debe ser el obstáculo o reto a vencer y debes saber que eso es tarea de cada día.

Es muy probable que haya momentos de tensión, de inseguridad, de pavor, y que te sientas bloqueado para seguir, es algo que debes saber que se dará y que te debes fortalecer para resistir cuando esos sentimientos se presenten.

Algo que te puede ayudar es seguir el ejemplo de quienes ya lo hayan hecho antes que tú, porque en la vida siempre te encontrarás personas que han hecho el mismo camino, gente a quien también le costó hacer lo que tú debes hacer y alcanzar lo que tú quieres alcanzar. Sigue esos ejemplos y no te detengas hasta que esa perla de gran valor esté en tus manos.

Tal vez algo que te puede pasar y anular, es dejar de ser buscador de perlas, convertirte en alguien conformista y dolido contra los demás, alguien que esté molesto por no poder tener lo que quiere y peor si ves que hay a tu alrededor quien sí tiene eso que quiere y lo ves feliz. Ante esa situación lo que debes hacer es reconciliarte contigo y limpiar tu corazón del odio que sientes y comenzar a ser proactivo, a ser un buscador de perlas, a saber que Dios nunca te deja solo si tú le abres el corazón y lo llenas de su amor. Agradece lo que Dios te da y agradece lo que Dios les da a los demás y pide que te conceda la gracia de ser siempre un buscador de perlas finas