Soñadoras
21 de julio - 2017

Por Edgardo Cabrera

Equivocan el camino aquell@s que llegaron a Morena y que pretenden hacer las cosas cómo estaban acostumbrad@s en los partidos de los que huyeron.

Lo anterior viene a colación luego de que el partido de López Obrador determinó que en Tlaxcala la fórmula al Senado será encabezada mujer.

Ante la noticia han empezado hacer su lucha algunas tránsfugas como la ex perredista Eréndira Jiménez, de quien nos cuentan, daría por descontado que será la candidata.

Por ello no es raro que comenzara a asomar la cabeza con cualquier pretexto, como ayer jueves cuando salió con una agrupación política disfrazada de “social” para cuestionar el Sistema Estatal Anticorrupción.

El problema es que la ex diputada carece de capital político y buena parte de los cargos que ocupó fueron producto de las negociaciones que hacía su ex jefe político, Gelacio Montiel, al interior del PRD; gracias a él fue palomeada como diputada plurinominal y durante el sexenio de Sánchez Anaya fue beneficiada con la delegación federal de Profeco.

Así, Jiménez Montiel tiene un récord de cero elecciones ganadas, sin embargo, como en el pasado, de nueva cuenta estaría en la baraja de los posibles gracias a un padrinazgo, bueno en este caso madrinazgo político: el de Lorena Cuéllar.

Mejores cartas

En eso de la diferente forma de hacer política, en Morena la fórmula al senado no necesariamente podría ser encabezada por una tlaxcalteca de nacimiento, y es ahí donde surge el nombre de Clara Brugada.

Es claro que Andrés Manuel López Obrador buscará privilegiar a los personajes que le han sido fieles a lo largo de su vida política, por lo que cancelar candidaturas a personajes locales en entidades con poca rentabilidad de votos será una opción.

Es ahí donde surge la posibilidad de imponer a la actual secretaria de Bienestar del Comité Ejecutivo Nacional de Morena y ex delegada de dicho partido en Tlaxcala.

Revancha

En la misma situación se encuentra Dulce María Silva Hernández, pareja sentimental del vocero del Movimiento de Regeneración Nacional, César Yáñez.

La huamantleca avecindada en Puebla y quien fue víctima de una persecución política por parte de  Moreno Valle y que derivó en su encarcelamiento en octubre de 2016, es otra carta con amplias posibilidades para limpiar su imagen y cobrar revancha contra el ex gobernador.

Tras ser liberada en mayo de 2017, no dudamos que Dulce María Silva sea impulsada por César Yáñez para convertirla así en un símbolo de las víctimas de los abusos de la «mafia del poder».