Por Edgardo Cabrera

A Blanca Águila se le está saliendo de control su campaña para reelegirse en el cargo de secretaria general del sindicato de Salud.

Las quejas contra ella van a la alza, incluso han llegado al despacho del gobernador Marco Mena, debido a que la acusan de distraer al personal de base y confianza para hacer proselitismo a su favor, promover el voto al interior de los nosocomios en pleno horario de consultas y hasta por llevar mariachi a los centros de salud para convencer a los agremiados de respaldarla.

El asunto es que la ex alcaldesa de Zacatelco -quien aún se ostenta como líder sindical a pesar de que su periodo concluyó el 16 de junio- parece desesperada, no quiere perder su principal coto de poder político, de ahí que su actuación ha rayado en el ridículo, la ilegalidad y la falta de respeto a los pacientes.

Por ejemplo, en el hospital de Huamantla no tuvo empacho en meter un mariachi, cantar y hasta ponerse a bailar, algo que incomodó a los pacientes quienes -al ritmo de “fanfarrias”- se debatían entre la vida y la muerte, o convalecían de algún padecimiento.

También son recurrentes las quejas de las personas que acuden a consulta ó a realizar algún trámite, debido a la falta de personal y de funcionarios directivos.

De lo anterior, los adversarios de Águila Lima documentaron una queja por la supuesta ausencia de la responsable estatal del programa estatal contra el cáncer, Laura Cano, y de la administradora del Capacits, Gisela Herrera Farfán.

Por si fuera poco lo anterior, también quedó documentado en video el momento en que una empleada le reprocha a Blanca la pobre representación a favor de los agremiados, quejosa que recibe en respuesta un intento de censura por parte de un gorila que acompaña a la candidata.

La elección sindical será este lunes 24 de julio y de seguir las cosas como hasta ahora, sin que el secretario de Salud, Alberto Jonguitud ponga orden, no dudamos que en la jornada comicial las cosas se salgan de control y que después nadie quede conforme con los resultados.

Alguien miente

En el Congreso local las cosas siguen saliéndose de control, la pugna entre la oposición y la fracción oficialista está de a peso.

Resulta que fueron filtrados documentos oficiales mediante los cuales se pone en evidencia el presunto incumplimiento en la entrega de la cuenta pública del poder legislativo, así como del Órgano de Fiscalización Superior, del periodo enero-marzo.

En dichos oficios fechados el 5 de junio y recibidos por el Comité de Administración el pasado 15 de junio, la Comisión de Finanzas y Fiscalización acusa el incumplimiento de la entrega de la cuenta pública del primer trimestre de este año por lo que se le requiere dicha información.

Un documento similar fue enviado la misma fecha al OFS. De ambos documentos tenemos copia y aparecen los sellos de las oficinas a donde fueron enviados.

Por ello llama la atención que el área de comunicación social del Congreso, en un intento por desestimar la información, fabricara un boletín mediante el cual se asegura que la Secretaría Administrativa cumplió “en tiempo y forma” con la entrega de las cuentas pública del primer semestre del poder Legislativo.

Queda claro que aquí alguien miente y lo cierto es que, por lo pronto, la oficina de comunicación que encabeza Cynthia Fernández no proporcionó ningún documento que acredite la entrega en tiempo y forma de la cuenta, tal como se asegura en el comunicado de prensa.