“Si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen” José Martí

Por Juan Manuel Cambrón Soria

Un tema central de la agenda política nacional y local, es sin duda el llamado que tanto PRD como PAN han hecho para la conformación de un Frente Amplio Democrático, que permita encarar las elecciones del 2018 con la suma de distintas fuerzas de oposición.

Hay voces a favor y en contra, los estudios demoscópicos también muestran una división de opiniones de los ciudadanos, entre quienes respaldarían un frente y a quienes no les gusta la idea. En el transcurso de las semanas, platicando con comunicadores, columnistas y personas de la vida política, la gran incógnita que se reproduce casi por igual, es si el FAD no será sólo una llamarada de petate, un esfuerzo vacuo que topará con pared.

Personalmente estoy convencido que la ruta correcta es la que desde diversas fuerzas políticas y sectores de la sociedad estamos empujando para la construcción del Frente. La crisis del sistema, la pérdida de gobernabilidad y la pulverización del poder público, tiene como alternativa hacia los comicios presidenciales, la cristalización del FAD. Es así, que los esfuerzos para edificar y cuajar el Frente, tienen que zanjar varios retos de manera inicial y que intrínsecamente le son inerciales.

El primero de ellos, es una manifestación expresa, clara y contundente de voluntad de las fuerzas políticas y de los actores para sentarse a una mesa a dialogar, bajo dos premisas para la negociación, respeto irrestricto entre los interlocutores y trato de iguales. Quien se piense superior, pretenda entrar al escarceo con reclamos y vaguedades, o se asuma con suficiencia máxima para enfrentar sólo la elección, estará contribuyendo a la disolución. Como en cualquier proceso de negociación política, para lograr objetivos, se debe estar dispuesto a ceder posiciones.

Segundo, poner por delante una Agenda Común de Gobierno y Legislativa. Los temas y las banderas de los actores, tienen temas en los que son disímbolas; pero también hay una gama amplia en donde existen coincidencias, en ellas es sobre las que hay que bordar. La coalición de fuerzas debe ser programática, antes que pragmática.

Tercero, anteponer el interés de México, del conjunto, del colectivo; por encima del interés de un partido, particular de un grupo o de una aspiración personal. Los grandes problemas que enfrenta la nación, necesitan de una visión amplia, una visión de Estado; es decir, se requiere de un estadista que mire al futuro.

Cuarto, claridad en los mecanismos de integración. Cuando llegue el momento de la definición de candidaturas y abanderados, las reglas deben ser extremadamente claras; con pesos y contrapesos, con esquemas de reconocimiento a las fuerzas individuales, pero también con sistemas de compensación que generen aliento entre los firmantes. Que se eliminen por completo la duda, y que existan los incentivos necesarios para que ningún actor se levante de la mesa.

Si bien es cierto que los tiempos se acortan, también lo es que en el horizonte se observan vientos de acuerdo.

Reconocimiento

El pasado viernes, el Director de este medio, Edgardo Cabrera, festejó 5 años de GenteTlx y 10 años de su columna El Circo; desde este espacio quiero reconocer el talento, el profesionalismo y la seriedad con la que se ha conducido; ha logrado que el medio y la columna sean referencia obligada de la vida política en Tlaxcala. Enhorabuena y que sigas cosechando éxitos.