El Tlecuile: Ridículos
8 de mayo - 2017

Por José María Paz

Los que están protagonizando los exgobernadores José Antonio Álvarez Lima y Alfonso Sánchez Anaya.

Con diferencia de algunos años, ambos; de una puñalada terminaron su relación con el PRI, el partido que todo les dió, el partido de sus afectos, sus simpatías y al que solo utilizaron para enriquecerse.

En el caso de Alfonso Sánchez Anaya para todos es conocida su habilidad al aprovechar a su favor la afortunada circunstancia del naciente PRD que le hizo que abanderar la candidatura, mientras el PRI designó al débil Joaquín Cisneros, un político que navegó entre los ridículos provocados por los mares de alcohol que corrieron en su campaña.

Alfonso aprovechó y ganó. Su gobierno fue la cumbre de la demagogia y el culto a la persona; gris y con el estigma de traidor a cuestas, buscó perpetrarse en el poder e intento dejar a su esposa María del Carmen Ramirez como su sucesora; el ridículo fue mayúsculo.

En el plano nacional, Tlaxcala fue catalogado como un estado de ratoncitos que podrían ser objeto de este experimento político.

Desde ese momento la carrera de Sánchez Anaya fue en declive y la cadena de derrotas provocó que buscara suerte en otros partidos, en todos mejor dicho, con excepción del PAN en donde no lo quisieron; sin embargo logró colarse en MORENA de donde fue echado vergonzosamente por Andrés Manuel López Obrador por haberlo traicionado.

Buscó refugio en el extinto Convergencia, en el PT y en Movimiento Ciudadano en donde su esposa perdió la diputación plurinominal de manera patética.

Hoy el torpe ex gobernador se dedica a hablar de congruencia, transparencia y de manera increíble ¡Del cinismo de los políticos!

José Antonio Álvarez Lima fue beneficiado de manera amplia por el PRl; feliz víctima de las circunstancias, de manera casual fue designado Senador de la República por Tlaxcala cuando ni siquiera conocía el estado.

Producto de viejas amistades entre ellas la del expresidente Carlos Salinas de Gortari le retribuyeron para ocupar diversas carteras en la administración pública Federal recordemos que él fue quien dio la puntilla final a IMEVISION.

Antonio Álvarez Lima vino a Tlaxcala para gobernar un estado desconocido para él; producto de un remedo de elección, hoy se rasga las vestiduras y diserta largo sobre conceptos “democráticos”

Fue un gobernador que disfrutó de los apoyos federales y que vivió permanentemente amedrentado por el movimiento de bases magisteriales a quienes cumplió toda suerte de caprichos para mantener la paz. Lo tuvieron asustado y amenazado seis años.

José Antonio Álvarez Lima pensó que pulverizar la administración pública era un acto democrático y de un plumazo creó cualquier cantidad de municipios con tal de mantener la calma social  y fue incapaz de solucionar los problemas utilizando la fuerza del Estado y del diálogo.

Sus decisiones fueron equivocadas pues hundió a Tlaxcala en la ingobernabilidad al crear las presidencias de comunidad, pequeños espacios políticos que generaron un gran desgobierno al interior de los cabildos pues ahora contaban no sólo con recursos sino con voz y voto.

El ex gobernador no se cansa de mencionar que su legado para Tlaxcala había sido la democracia; sin embargo, el tiempo y la historia le hicieron ver lo contrario.

Hoy Álvarez Lima es un millonario exgobernador, mantiene una fortuna muy considerable en el estado de Quintana Roo mientras disfruta de guaruras, camioneta del año y 50 mil pesos mensuales que el gobierno de Tlaxcala le da. Ya  es “Formalmente” de izquierda pues es miembro de MORENA; pero para su infortunio, López Obrador ni siquiera le dio el saludo en su última visita, ni lo pela dirían los chavos.

Los exgobernadores han puesto en entredicho su nombre, su legado y  trayectoria pues ahora aplauden lo que antes criticaban, destacan lo que antes reprobaban y avalan lo que antes cuestionaban.