Por Carlos Carreón Mejía

¡Tranquilos, aquí no pasa nada! es la respuesta de la Secretaria General de Gobierno, Anabel Alvarado, quien la semana pasada decía que el problema de robo de hidrocarburos en el estado, “no es tan grave como aparenta”, vaya, que no está fuera de control.

Resulta por demás preocupante que la encargada de la política interna de Tlaxcala intente minimizar el grave problema de los llamados “huachicoleros” así como de los hechos violentos y de inseguridad que, incluso cifras oficiales, coinciden con lo expuesto en los medios de comunicación en la entidad: la delincuencia va ganando terreno en el estado, pero, insisto, el PRI-gobierno insiste en decir que aquí, no pasa nada.

Basta con recordar que Tlaxcala fue noticia a nivel nacional cuando en el municipio de Calpulalpan veíamos imágenes de una alberca de diesel, donde con cubetas recolectaban los ciudadanos, por cierto, a plena vista de la autoridad.

Pero minimizar la situación no ayuda en nada, es más, perjudica antes que ayuda, pues pareciera que existe un gobierno sin estrategia, insensible, e improvisado, pues los hechos y las cifras están a la vista de todos.

No debemos pasar por alto las constantes manifestaciones de transportistas, quienes se han quejado una y otra vez de a inseguridad de la que son víctimas. La semana pasada su gremio se vistió de luto, luego de que un operador de un taxi fuera encontrado sin vida en el municipio de Totolac, y otro más fuera atracado en la ciudad de Apizaco, a manos de un supuesto agente ministerial, quien, según informes, se dio el lujo de disparar un arma de fuego a un costado de la presidencia municipal.

Me viene a la mente aquel hecho a la que hacía alusión en mi primera participación, el sexenio del ex-gobernador Mariano González Zarur, Tlaxcala fue noticia nacional por una banda de secuestradores adscritos a la Procuraduría General de Justicia del Estado, sí, así como lee, el crimen organizado infiltrado en las esferas más altas del gobierno al que los tlaxcaltecas decidieron dar continuidad.

Como bancada decidimos darle el beneficio de la duda al gobernador, votando a favor de la propuesta que envió al congreso del estado en una terna amañada, para que Tito Cervantes fuera ratificado como Procurador de Justicia del Estado. Me parece que a más de 100 días de gobierno, el gobernador debe hacer un sensible análisis de los resultados del procurador y su equipo de colaboradores, porque para los tlaxcaltecas, está más que reprobado.

Como instituto político seguiremos insistiendo en la creación de la Fiscalía General de Justicia del Estado, dotada de total autonomía constitucional, para garantizar a los tlaxcaltecas que la autoridad encargada de la procuración de justicia, no sea un pago de facturas políticas, porque los resultados han sido catastróficos, lo estamos viviendo…

Un gobierno insensible es un gobierno ajeno a las necesidades de los ciudadanos; por eso, insisto, que repetir en el discurso de que en Tlaxcala no pasa nada es irrelevante, cuando diariamente en las calles, en el transporte público y hasta en nuestras casas, somos víctimas de la creciente inseguridad que ya se le está saliendo de las manos al gobernador de la nueva visión y el mejor futuro.

Agradezco el favor de su lectura. Nos leemos la siguiente semana.