Desbocados
23 de febrero - 2017

Como cabras desbocadas andan los priístas, les urgen definiciones en la dirigencia estatal por lo que los beatricistas han comenzado a lanzar petardos. Si bien Marco Mena es el líder moral de su partido, quizá no le convenga tener su control. Y poco le duró el gusto a Velázquez Nava de meter mano en las cuentas públicas

Por Edgardo Cabrera

Como cabras desbocadas andan los priístas, les urgen definiciones en la dirigencia estatal por lo que los beatricistas han comenzado a lanzar petardos de chocolate en contra del gobernador Marco Mena.

Ayer por medio de un correo trataron de revivir el tema de las multas que se le aplicaron al tricolor por el proceso del 2015 cuando, precisamente, el mandatario ocupaba la dirigencia estatal.

El problema es que si bien el Revolucionario Institucional fue multado, también es cierto que en ese proceso federal se llevaron carro completo, ganaron los 3 distritos en disputa a pesar de que el gobierno estatal y el federal estaban mal calificados, de ahí que el petardo, insisto, de chocolate, poco podrá raspar a Mena Rodríguez.

Mal cálculo

En sus ansias de poder y ante la felicidad por el regreso de su líder al país tras su exilio en Brasil, los beatricistas pierden de vista que quien asuma la dirigencia estatal se sacará la rifa del tigre, y en lugar de ganar, pueden perder aún más posiciones y jerarquía dentro del partido.

Ante el crecimiento de Morena y del PAN, así como por el desgaste en la imagen del PRI-gobierno en el plano federal, en Tlaxcala los tricolores corren el riesgo de perder todo en las elecciones federales del próximo año.

Si bien Marco es el líder moral de su partido, quizá no le convenga tener el control.

Es de pensar poner candidatos y ofrecer buenos resultados ante un escenario -que ya hemos vivido en la entidad- con el Peje en las boletas, o cómo explicar que una difunta política como Palafox se convirtiera en senadora, o que una maltrecha Lorena se alzara con el triunfo cuando ella misma confesaba, “en corto”, sus amplias posibilidades de derrota.

Quizá no sea descabellado refrendar a Blanca Águila (identificada con Beatriz) al frente del PRI y con ello sacrificarla en sus aspiraciones a la diputación federal.

Cese

Poco le duró el gusto a Antonio Velázquez Nava de meter mano en las cuentas públicas en su carácter de “asesor honorífico” de la Comisión de Finanzas y Fiscalización.

Ayer fue removido del cargo por la exigencia de la mayoría de los miembros, pero principalmente por la inconformidad de Guadalupe Sánchez Santiago, J. Carmen Corona y Mariano González Aguirre.

Y los diputados tienen razón ya que la ley no considera la figura de “asesor honorífico” y por tanto se encontraba fuera de la legalidad la posibilidad de que un particular tuviera acceso y opinión para revisar cuentas públicas y el paquete presupuestal del estado.

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