Trump no puede gobernar por salud mental: psiquiatras
16 de febrero - 2017

Un grupo de 35 especialistas publicaron una carta en The New York Times donde rompen el silencio sobre los ‘desórdenes mentales’ que imposibilitan al presidente para gobernar

Fuente: EXCÉLSIOR

Foto: RETEURS

WASHINGTON

La ola de rechazo hacía el presidente de Estados Unidos. Donald Trump, continúan en todo el país. El martes pasado un grupo de 35 especialistas, entre psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales rompieron el silencio y enviaron una carta abierta al editor del diario estadunidense The New York Times, bajo el título «Profesionales de la salud mental advierten sobre Trump», en donde comentan sobre los desórdenes mentales del neoyorquino.

Creemos que la inestabilidad emocional mostrada en el discurso del señor Trump, así como sus acciones, lo incapacitan de servir con seguridad a la nación como presidente”, indicaron los especialistas en salud mental a través de la carta publicada por el diario estadunidense.

La salud mental del presidente de Estados Unidos adolece de ciertas capacidades entre las que destacan su incapacidad por tolerar comentarios adversos a su punto de vista, “El discurso y acciones del señor Trump demuestran su nula habilidad de tolerar puntos de vista diferentes al suyo, lo que provoca reacciones de rabia”, explicaron los especialistas quienes agregaron que le es imposible sentir empatía, agregando que los “individuos con esta clase de desórdenes, tienden a distorsionar la realidad para encajar en su estado psicológico, atacando a aquellos que los enfrentan -en este caso- (periodistas y científicos)”.

El grupo de psiquiatras admite que al emitir dicho dictamen viola la Regla Goldwater del año 1973 impuesta por la Asociación Psiquiátrica Americana, misma que prohibió a los miembros del gremio evaluar a figuras públicas, y que sin embargo echan abajo con el argumento de que “hay mucho en juego como para permanecer en silencio”.

En la carta publicada el pasado martes por el diario estadunidense los profesionales de la salud mental se atreven a señalar en un diagnostico no oficial que el actual presidente de la los Estados Unidos con una “grave estabilidad emocional”.