Signos de amor
13 de febrero - 2017

Por Ranulfo Rojas Bretón

El 14 de febrero ha sido dedicado al “día del amor y la amistad” y se ha propuesto como santo patrón a San Valentín, un santo famoso por ayudar a las parejas de enamorados a poder realizar su sueño de casarse bien apoyándolos con la famosa “dote” o incluso como sacerdote “casándolos en privado”. Así que nada raro es ver durante todos estos días corazones rojos por todas partes, especialmente en las tiendas que ofrecen los detalles que expresan el amor. Ni se diga de las más famosas de las flores de este día, las “rosas rojas”.

Todas las expresiones del amor siempre serán bienvenidas, desde las ya casi olvidadas tarjetitas, los poemas y pensamientos, los chocolates, los muñecos de peluche, en fin, todo aquello con lo que expresamos los sentimientos de amor por los amigos y los seres amados. Pero, no olvidar que simplemente son “signos” y como todo buen signo necesita un soporte, es decir, necesita que el sentimiento exista para que el signo sea verdaderamente signo. Por ejemplo: el amor que se siente por una persona se muestra en el respeto, la atención, la ayuda, el diálogo, el estar pendiente de lo que le pasa, intuir lo que siente, anticipar lo que necesita, todo eso lo vive y lo siente la persona amada y el “signo” pequeño o grande simplemente lo expresa. De hecho, podría no haber ningún signo, podría no regalársele nada a la persona amada y eso no le preocuparía o le afectaría porque está recibiendo amor “siempre”. Cada día, en los momentos ordinarios de la vida, estaría sintiéndose amada que una rosa el 14 de febrero o una tarjetita o algo más, no le sería tan especial. Claro, siempre será bienvenido el “signo” y de alguna manera siempre hará falta porque se trata de un día socialmente especial, pero el amor que de hecho siente que recibe cada día ahí estaría presente cada día. Sería algo como festejar el 14 de febrero cada día del año y de hecho este debería ser el ideal de todos: vivir con amor, expresar el amor, sentir el amor, cada día de la vida, y si bien se necesita del amor en los momentos de alegría, tal vez sea más necesario expresarlo en los momentos de tristeza y de dolor. Exactamente, cuando más carencias sentimos, es cuando más expresiones de amor necesitamos.

Los detalles siempre serán detalles y además siempre serán bienvenidos, pero si vienen con la carga afectiva y la expresión de amor, serán lo mejor que nos pase. Nos arrancarán sonrisas, suspiros y nos harán sentir un bienestar que provocarán felicidad.

Cuando se vive lleno de amor, la música, el ambiente, los adornos, las expresiones, todo, será de un color agradable y nos generará un ánimo distinto para trabajar, para viajar, para convivir, para relacionarnos con los demás.

Algo muy importante es que el amor nace de uno y no es generado externamente, tal vez por eso mucha gente sufre, se deprime, se angustie o vive con ansiedad porque “NO SE SIENTE AMADA” y entonces estos días son un sufrimiento y un tormento porque no hay nadie que lo ame, nadie que se preocupe por ella o él, o nadie que lo valore y así, el 14 de febrero se convierte en un tormento. Se olvida que no sentirá amor de nadie si primero no siente el amor de sí mismo. No por nada Jesús dijo: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ese famoso “A TI MISMO”, se olvida y se espera el amor de otra parte, de fuera y así nunca se puede experimentar el amor. Lo malo es que no nos preocupamos por nosotros mismos y si lo hacemos a veces nos sentimos egoístas y nos equivocamos.

Estos días debiéramos gustarnos, agradarnos, reconocernos, felicitarnos, valorarnos y hasta REGALARNOS algo a nosotros mismos. Verte al espejo y decirte: “Felicidades porque me amas y porque te amo”. Entonces todo cambiará y podrás amar al otro y expresarle tu amor tal y como lo haces contigo, porque el mejor signo del amor es el amor a uno mismo.