Por Gerardo E. Orta Aguilar

Ante la entrada del nuevo gobierno estatal en Tlaxcala, uno de los sectores que se ha mantenido en el limbo es el de la fiesta brava. Si bien se ha abordado el tema del turismo en repetidas ocasiones, la tauromaquia en lo local permanece al margen.

Sin embargo, la semana anterior el gobernador tlaxcalteca Marco Antonio Mena Rodríguez, abordó el asunto y advirtió condiciones favorables y de respaldo para el sector taurino en la entidad.

En primer lugar, el otrora secretario de turismo en Tlaxcala reconoció que la fiesta de toros representa una fuente de ingresos para muchas familias, por lo que consideró prioritario continuar con su impulso.

La declaración connota el conocimiento que el mandatario tiene sobre la fiesta de toros, y que no observa el tema como un botín político como en otras entidades del país lo han evidenciado políticos oportunistas.

No sólo eso, Mena Rodríguez reconoció que si bien el tema taurino es polémico, sí integra en su concepto consideraciones de valores y propósitos, además de su impacto económico.

Respecto a la imperiosa necesidad de regular la tradicional Huamantlada en el municipio mueganero, el gobernador aceptó que “no podemos cerrar los ojos” a generar condiciones para que esa actividad de desarrolle en mejores condiciones de seguridad y protección para sus asistentes.

El gobernador tiene claro que la fiesta de toros en Tlaxcala representa parte de la raigambre de un amplio sector de la población tlaxcalteca, y que si bien existen sectores que están en su contra, no se puede ocultar su impacto cultural, histórico y económico.

Observamos en el futuro condiciones favorables para el sector, con base en las declaraciones ecuánimes que emitió el mandatario la semana pasada frente a una gran cantidad de periodistas.

Un gobernador que, como decimos los taurinos, no es por dar coba, pero se ha mostrado de dulce con la prensa, con una relación respetuosa, amable y cordial.

Cumpleañera

Este domingo 5 de febrero se celebran los 71 años de la Monumental Plaza de Toros México con un cartel de postín: José Antonio Morante de La Puebla; Julián López El Juli; y el hidrocálido Luis David Adame que viene tumbando caña.

A lo largo de los años, la gigantesca plaza capitalina ha sido sede de espectáculos taurinos que han engrandecido su nombre e importancia, sin embargo, nunca será suficiente para los aficionados que buscan una fiesta acorde a su estirpe.

De unos años a la fecha, la presencia de los encierros ha dado al traste con esa historia de grandeza iniciada allá en la lejana década de los cuarentas.

La plaza tiene una nueva empresa y para la segunda parte de la temporada 2016-2017 parece ser que recompuso el camino, ya veremos qué nos ofrecen en las temporadas subsecuentes. Mientras tanto, deseemos feliz cumpleaños a La Plaza México.

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