Muro de unidad
30 de enero - 2017

Ranulfo Rojas Bretón

Ante las decisiones de Donald Trump de construir el muro, de cerrar sus fronteras, de deportar a indocumentados, de prohibir a empresas americanas sus inversiones en México y especialmente de revisar e incluso terminar con el TLC, la reacción en México no se ha hecho esperar, se sugiere poner la bandera de México en muros de face, en perfil de whats, todo esto con el fin de fortalecer la unidad por México.

Ha habido reacciones de apoyo a México en Europa, especialmente en Alemania. Incluso hasta Maduro el presidente de Venezuela expresó: “quien se mete con México se mete con Venezuela”. Todas esas manifestaciones se han sumado a una idea que me parece equivocada: el “boicot” contra marcas internacionales, especialmente estadounidense, llámese: Coca cola, Waltmart, Ford, Starbucks, etc., y hacer la conversión hacia compras de productos y tiendas nacionales. Ciertamente apoyar lo nacional debería ser una política permanente y no como reacción a Trump. Sin embargo, las transnacionales y las franquicias no son puramente americanas, todas funcionan con dinero y empresarios mexicanos, además de que la mano de obra en elaboración, distribución y venta es de personal mexicano; en ninguna tienda de esas, atienden americanos, son mexicanos y mexicanas que trabajan en ellas y los empresarios franquicitarios son mexicanos, por tanto biocotearlos sería golpear al mismo mexicano.

La unidad mexicana no debiera ser contra estadounidenses que por cierto, muchos de ellos han demostrado su rechazo a las políticas de su presidente de cerrar sus fronteras como han hecho con países de mayoría musulmán o como lo hicieron miles de mujeres en su marcha.

México tendrá que solucionar sus problemas internos, la liberación de las gasolinas que por más que el gobierno explique las razones y le vea bondades que la gran mayoría de mexicanos no ve, seguirá provocando escozores en la gente y con mucha razón. Los spots del gobierno dicen que las gasolinas en el mundo subieron de precio y que en México no se podía mantener los mismos precios porque se expondría a tomar dinero de programas sociales y de educación, así que el aumento era necesario. Sin ser economista ni versado en estos temas, me parece que el gobierno debería aceptar que durante años estuvo subsidiando la gasolina, más o menos como hace el gobierno de la CDMX con el boleto del Metro y que por sus políticas o errores o su propia incapacidad ya no tuvo dinero para seguir subsidiando la gasolina –según algunos por razones electorales- y simplemente ya la dejó a las leyes del mercado: oferta-demanda, tal como están la mayoría de productos y entonces es la sociedad la que tendrá que pagar el pato de sus decisiones.

La unidad de mexicanos –a la que se sumó el presidente Peña colocando la bandera- puede ser medida reactiva si no se buscan caminos serios. Durante muchos años tuvimos una economía dependiente del petróleo, algo que ya no es posible; en estas últimas décadas la economía estuvo dependiente de “las remesas” que llegaban de Estados Unidos, algo que ahora también está en peligro. En cuestión de mercado, la gran esperanza, el TLC nos hizo dependientes del mercado americano, hoy ya también esto está en riesgo. Ahora será el tiempo de buscar opciones serias en el turismo, en el mercado hacia otros países de Europa, de Sudamérica y por qué no, de los grandes dragones del Pacífico.

Ciertamente será necesario un gobierno más ético, más transparente y que se sienta de verdad cercano a la gente y habrá que buscar ser más competitivos, tener más capacitación y buscar impulsar una mayor creatividad que nos permita salir avante.