Por Mauricio Hernández Olaiz

Pese a que el Gobernador Mena fue por demás claro en cuanto a que “las resoluciones judiciales están para cumplirse y no para comentarse. No discutirla, no editorializarla, no comentarla, eso no corresponde a ningún Gobierno ni a ningún actor una vez que haya una resolución de carácter judicial”, me resulta, en este momento, imposible coincidir con el pues es un tema que muestra que a veces los entes encargados de hacer respetar la ley son los primeros en violarla.

Más allá de que la entrega de estas 16 patentes por Ortiz haya sido un premio a amigos, parientes o muy cercanos colaboradores, más allá de lo poco ético, o poco profesional que resulte, las patentes fueron entregadas conforme a la ley, por ello luego de un sexenio de pleitos, juicios y una cantidad de “chicanadas”, finalmente, la ley se impone y se obliga al gobierno del estado a regresar los libros convirtiéndose en una más de las derrotas que sufrió el extinto marianismo en los tribunales.

Ahora, mordiéndose la lengua si usted quiere, pero el Gobernador Mena se ve obligado a acatar la resolución que bien pudo ser negociada de otra manera, que bien pudo ser resuelta conforme a la ley desde hace años, pero a veces la poca voluntad, la terquedad y la cerrazón pueden más. Causa mucha gracia escuchar al director de Notarías y registro público de la propiedad y del comercio en el estado; Sergio Cuauhtémoc Lima, manifestar, luego de las 8 columnas del Sol de Tlaxcala en cuanto al tema que la orden del juez no era clara, por lo que no se hacía mención de regresar libros, sellos y material necesario para la seria operación de las notarías, es por ello que el pasado lunes el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito respecto del expediente 1384/2010, tuvo prácticamente que explicarle al señor Lima con peras y manzanas lo que debía reintegrar a la brevedad, y “Sin excusas ni pretextos”.

En cuanto sean restituidas las patentes por el gobierno, Marco Mena estará dando una clara muestra de que su gobierno es de hechos y no solo de palabras como los dos anteriores.

Aunque de este asunto, déjeme decirle, aún hay mucha tela de donde cortar, intereses más allá de lo ético o lo legal siguen operando por detrás.. ya no solo es cuestión de poder, sino de dinero.

¡No tienen Ma… llenadera!

Ya que hablamos de dinero, los delegados del Instituto Tlaxcalteca de elecciones (ITE), de verdad que no tienen ma…llenadera, por un lado se amparan para no pagar 17 mil pesos de un laudo y por otro le piden al congreso 20 millones de pesos, pues dejaron sin su lana a los partidos políticos locales.

No me malentienda, los partidos no deberían cobrar un centavo de dinero público, se deben rascar con sus uñas, pero mientras no exista una clase política valiente que lo ponga y lo haga ley, esta misma, como se encuentra ahora, nos obliga a mantener a los parásitos que se enorgullecen de portar su camiseta con su escudote azul, amarillo, verde o tricolor. Pero los, …híjole de verdad que no sé cómo llamarlos, delegados del ITE, prefirieron clavarse los 20 millones para su gasto corriente y de operación (léase se subieron su salario) y redujeron las prerrogativas de los partidos, pero estos que no se chupan el dedo, ya interpusieron sus quejas y por ello Doña Elizabeth Piedras y secuaces optaron por pedirle al congreso más dinero.

Mire no me crea, no tiene por qué hacerlo, no se trata solo de golpear a estos personajes por el hecho de que nos caigan mal (la verdad ni los conozco), pero hoy tenemos en el google y el internet la mejor herramienta, solo ponga ITE Tlaxcala y entérese de la clase de pillos encargados de organizar y hacer valer la democracia en el estado, desde pifias de maternal, omisiones, faltas recurrentes, sistema caído, despidos injustificados, decisiones que les revocan un día sí y otro también, desconocimiento hasta de la ley electoral, entre otras tantas linduras, entenderá porque estos personajes simplemente ¡no tienen ma….llenadera!

¿Qué se necesita para ser delegado del ITE?…Espero alguien me instruya, podría ser el INE.

@olaizmau