En la lupa
4 de enero - 2017

El “angelito azul” que se presume impoluto, se encuentra bajo la lupa ante la presunción de quebranto en el Congreso. En el IAIP tampoco pintan bien las cosas, la presidenta entrante reveló que le dejaron las arcas en ceros. Los alcaldes entrantes tendrán que esperar a tener las pruebas de supuestas anomalías antes de abrir la boca.

Por Edgardo Cabrera

El “angelito azul” que se presume impoluto se encuentra bajo la lupa ante la presunción de quebranto y abuso de las finanzas del Congreso local durante el lapso que estuvo como encargado de la tienda de raya.

Los coordinadores de las bancadas del PAN y PT, Carlos Morales y Jesús Herrera solicitaron al área administrativa un informe claro y preciso.

Aún sin conocer los datos, el petista no descartó que intenten darle cifras maquilladas o a modo, para ocultar la entrega de una cuantiosa bolsa de dinero a los diputados salientes y que fue ventilado por algunos de los ahora ex legisladores.

Las dudas también están relacionadas con la conformación de la plantilla de personal, de base y confianza, luego de que algunos de sus antecesores se aprovecharan de su cargo y basificaran a familiares, cuates, «novias» y compadres, algo que el perredista Alberto Amaro anticipó que echarán atrás

También existen dudas del por qué no se liquidó a la totalidad de los empleados de confianza que llegaron con los diputados anteriores y se les heredó ese compromiso.

El gran problema es que, se supone, desde que inició el ejercicio fiscal 2016 se presupuestaron todos esos gastos pero al final del año no les salieron las cuentas, aún cuando se cancelaron contratos con proveedores, despidieron anticipadamente personal y otra serie de presuntas anomalías denunciadas por empleados y ex trabajadores.

Veremos si en el citado informe se documentan las supuestas irregularidades y se aplican sanciones o pasa como siempre, los legisladores en funciones se convierten en tapaderas de sus antecesores.

Otros en la mira

En el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales tampoco pintan bien las cosas, la presidenta Marlene Alonso Meneses denunció una serie de irregularidades administrativas.

Y es que resulta que el trío que antecedió al actual Consejo dejó en ceros las cuentas del IAIP, no aparece un carro y existen dudas sobre el personal que quedó contratado.

En el ente que debería ser ejemplo de transparencia y de un correcto manejo de recursos se despacharon con el cucharón, se asignaron bonos de fin de administración y agotaron hasta el último peso de su gestión a pesar de que no dieron resultados en materia de acceso a la información y protección de datos personales.

En espera

En los relevos de las alcaldías de Apizaco, Huamantla, Calpulalpan, Chiautempan, Tlaxcala y Tlaxco hasta el momento todo se reporta sin novedad, lo que no signifique que hayan heredado administraciones en orden.

En Zacatelco un grupo de ex empleados denuncian que no les fueron pagadas sus últimas quincenas y prestaciones de fin de año y exigen al perredista Tomás Orea que les dé una solución en su calidad de nuevo alcalde.

En lo que constituye el bloque de municipios más grandes las revisiones y auditorías deben ser profundas, las alcaldesas y ediles no quieren ser sorprendidos, aunque tendrán que esperar a tener las pruebas antes de abrir la boca.

Y lo anterior viene a colación por el caso de Chiautempan donde Héctor Domínguez dijo recibir una administración de “vergüenza” por errores y omisiones. El asunto es que de no comprobar sus dichos y proceder legalmente en contra de su antecesor, el edil quedará calificado como un hablador.

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