Expectativas
3 de enero - 2017

El mayor reto de Marco será superar a su mentor, lo que incluye lograr refrendar al PRI en el gobierno al final. Con casi 5 años de gobierno, los ediles no tienen pretextos para dar buenos resultados. Con 1.8 años de periodo y con menos diputados, la legislatura está obligada a ser productiva y hacer historia

Por Edgardo Cabrera

Iniciaron las administraciones estatal y municipales por un periodo inusual, 4 años 8 meses, que para el caso del gobernador será un periodo mochado, mientras que para los alcaldes significa una gran oportunidad para desarrollar proyectos y hacer una buena gestión.

Si bien Marco Mena Rodríguez arrancó su gobierno en excelentes condiciones con un proceso de entrega ordenado y planeado desde hace varias semanas, su equipo debe ser capaz de optimizar el tiempo para no dejar proyectos inconclusos.

El primer gobernador de una nueva generación de políticos enfrenta una dura prueba que no sólo tiene frente así un menor tiempo para ejercer el cargo, sino al duro juicio de dos terceras partes de la población que no votó por él, de ahí que integrara un gabinete plural y que tenga entre sus premisas mantener abierta la puerta al diálogo.

Aunque el proyecto desde campaña fue el de darle continuidad al plan de gobierno de Mariano González, es claro que Mena Rodríguez buscó desde el primer minuto de su mandato darle su propio toque a su administración y, tarde que temprano, deberá desmarcarse de su antecesor.

El mayor reto será superar a su mentor, lo que incluye lograr refrendar al PRI en el gobierno al final de su administración.

Los alcaldes

Con casi 5 años de gobierno, los presidentes municipales y sus ayuntamientos no tienen pretextos para dar buenos resultados.

Como suele ocurrir, los alcaldes se justifican el primer año al quejarse por el desastre que les heredan sus antecesores y, en la mayoría de los casos, porque los primeros meses los desperdician intentando aprender de administración pública.

Quienes empiecen con el pie derecho al integrar equipos de trabajo profesionales y con experiencia, además de equilibrar sus compromisos políticos al meter no sólo a los recomendados en posiciones CLAVES, sino a especialistas en temas como seguridad, obras o servicios públicos, tendrán gobiernos exitosos.

Aquellos que vean el largo periodo como una oportunidad para enriquecerse y llevársela nadando de muertito (como ocurre con varios que desde que ganaron se dedicaron a festejar y comprometer recursos económicos en sus parrandas) sus gobiernos serán un dolor de cabeza para la población y, no dudamos, varios serán obligados a dejar las alcaldías en el corto plazo.

La legislatura

Pero quienes de plano tienen el mayor reto son los miembros de la nueva legislatura local. Con 1.8 años de periodo y con menos diputados, están obligados a dar resultados desde el primer día.

Ya se han planteado ambiciosas agendas por parte de las fracciones parlamentarias mayoritarias, pero el reto será lograr consensos si es que quieren pasar a la historia como la legislatura más corta, compacta y productiva de Tlaxcala.

Lo pueden hacer, máxime cuando sus antecesores se fueron con el señalamiento de improductivos, facciosos, nepotistas, mercantilistas, protagonistas de escándalos maritales y hasta corruptos (por el tema de las cuentas públicas).

Además los 25 diputados deben mostrar habilidad política y ganar reflectores en sus ambiciones (que todos las tienen) para buscar su reelección o competir por una curul federal en el 2018.

Sin lugar a dudas el 2017 será un año de grandes expectativas, esperemos que no termine con enormes decepciones.

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