Por Ranulfo Rojas Bretón

Cada día el ambiente se enrarece y en mucho se debe a las publicaciones de las famosas redes y de los medios de comunicación. Hay portales de noticias que al cabecear alguna noticia, ocupa imágenes no del hecho sino de algún archivo que dice referencia al hecho, así, si hablan de un asalto a mano armada presentan imagen de un asalto en el que se usa pistola o si de una violación se trata o una ejecución manejan imágenes sugerentes, la mayoría de ellas agresivas a la vista. Hay quienes publican la imagen del hecho apenas con una deformación visual como para no identificar rostros o no ver partes íntimas expuestas. Todo ello con la finalidad de atraer la atención del ¿lector? Mmm mejor dicho del “que ve” porque tal como estamos en el tiempo del “homo videns”, nos estamos acostumbrando a sólo “ver” y de ahí hacer conclusiones. Cada medio tendrá sus propias razones, algunas seguramente tendrán que ver con lo económico, tal vez algunas otras, con el impacto que desean, lo cierto es que están generando, consciente o inconscientemente una psicosis colectiva con efectos que la sociedad está resintiendo: miedo, preocupación y angustia.

Hay publicaciones que sin estar confirmadas o sin saber si son serias se publican en las redes y generan mucha angustia. Continuamente se publican noticias de secuestros no confirmados, de levantones, de desapariciones, solicitudes de ayuda para encontrar personas y no se sabe a ciencia cierta si son verdad o mentira.

Hay gente que dedica tiempo de redes a publicar cosas de escándalo, supuestas muertes, engaños, fraudes, intrigas, descalificaciones, difamaciones, en fin, las famosas redes nos están metiendo en las redes de la angustia y la preocupación desmedida.

Umberto Eco recientemente fallecido afirmaba que “las redes le han dado voz a los idiotas”, imagino que refiriéndose al uso irresponsable de los medios de comunicación que hacen gente que simplemente publica cosas sin la menor ética de la comunicación. Así como el uso del servicio del antes 066 y ahora 911 utilizados con afán de bromear en perjuicio de la población, así hay quienes utilizan especialmente Facebook de manera irresponsable o inconscientemente para provocar psicosis en la población, mucha de las cuales solo ven las imágenes o los encabezados y se quedan con ello.

Ya ni se diga los comentarios de quienes sin leer y reflexionar simplemente comentan lo primero que se les ocurre y juegan al “teléfono descompuesto”; así, después de una “supuesta” noticia, a veces verdadera o falsa o con medias verdades, se hacen cadenas de comentarios de todo tipo.

Ante toda esta ola de noticias en redes, valdría la pena tener un “criterio de lector”, por ejemplo, no leer cualquier cosa, no leer publicaciones de portales no serios; si el encabezado es insidioso, más vale no perder el tiempo en su lectura, bloquear a personas que publican cosas que agreden mi sensibilidad, mis convicciones o incluso a mi fe, no prestarme a comentarios sobre temas que no conozco; saber discernir entre una publicación y otra. En fin, hay mucho que se puede hacer incluso seguir la norma del gran Sócrates cuando alguien le decía que quería comentarle algo que dijeron sobre él, él le dijo que debía pasar por los tres estadios. Primero el de la verdad ¿Es verdad lo que dicen? No estoy seguro y más bien creo que no. Entonces pasemos al Segundo Estadio, el de la bondad ¿Es bueno lo que dicen de mí? Mmmm creo que no es bueno. Entonces pasemos al Tercer Estadio, el de la utilidad ¿Es de utilidad para mí lo que dicen de mí? Mmm no creo que sea útil. Entonces contestó Sócrates: si no sabes si es verdad y si no será bueno para mí ni útil pues entonces prefiero no saberlo.

Cada uno de nosotros puede establecer sus propios criterios para tomar con seriedad los contenidos que se publican en las redes sociales.