¿Por qué la mujer es víctima de violencia?
14 de noviembre - 2016

Ángeles Mendoza ODH

Por Ángeles Mendoza Arteaga

Hay diversos factores por los que una mujer decide quedarse en una relación a pesar de que existe violencia en sus diferentes expresiones. Por sentido común, se podría pensar que no puede haber una razón tan poderosa que la obligue a permanecer en una relación nociva; sin embargo, hay razones que explican este tipo de decisiones:

  1. a)   La ilusión de creer que algún día el agresor cambiará. Este tipo de ideas le hace pensar a la mujer que entre más amor y sufrimiento demuestre, será motivo para que su pareja cambie; asimismo, esta conducta lleva a muchas mujeres maltratadas a perdonar una y otra vez a su cónyuge porque el perdón se otorga con la esperanza de que el episodio de violencia no se repetirá.
  2. b)   La poca autoestima. Cuando el amor propio de una mujer es más bajo de lo normal, sus pensamientos son orientados al fracaso, con dudas que harán que continúe en una relación destructiva. En muchas ocasiones ella piensa en salir, pero luego regresa el círculo vicioso de agresión y perdón. Esto suele ser adictivo, incluso se convierte en algo cotidiano para la víctima, ya que dentro de los diferentes tipos de violencia, difícilmente se percatan de que la verbal y la psicológica son las más recurrentes, en las que hay desvaloración, humillación, por lo que la determinación de una mujer queda casi nulificada.
  3. c)   La dependencia económica. Un factor determinante ocurre cuando la mujer está atada económicamente al hombre. Aun sin amor, respeto o confianza, ella considera “aguantar” la situación por necesidad y porque no tiene una persona de confianza o un familiar que le ayude en lo económico. Esta situación se recrudece si existe falta de preparación educativa o dificultad para conseguir un trabajo que le permita a la mujer sostener a sus hijos en caso de separarse de su pareja.
  4. d)   El miedo al qué dirán. Son muchas las mujeres que mantienen una relación nociva porque tienen mucho tiempo viviendo en pareja y son dependientes no solo emocional y económicamente, sino que además les afecta lo que sus familiares, vecinos y amigos digan si se separan. Esto también incide en el silencio y el miedo a denunciar los episodios de violencia ante las autoridades.
  5. e)   Desconocimiento de sus derechos. Es lamentable que en este siglo existan muchas mujeres que desconozcan sus propios derechos y que se dejen pisotear, intimidar y controlar por los hombres. Es claro que por este desconocimiento, cuando están en una relación de violencia, piensen que nadie las puede ayudar, desconociendo que existen muchas instituciones que protegen a la mujer en caso de abuso intrafamiliar.
  6. f)     Los hijos. Una de las principales causas por la que la mujer decide quedarse en una relación de violencia son los hijos, ya que ella se esfuerza en preservar la unión de su familia para que sus hijos o hijas se críen junto a su padre.
  7. g)   Chantaje emocional. “Si me dejas te juro que me mato”, es solo una muestra de las amenazas verbales que reciben las mujeres que viven bajo abusos intrafamiliares, lo que retrasa el avance de ellas hacia la puerta de salida de una relación conflictiva y violenta. Algunas mujeres manifiestan tristeza y creen que sus parejas se suicidarán si hay una separación, pero solo es una presión psicológica que ejerce el hombre sobre la mujer para no ser abandonado. Como consecuencia, la mujer puede experimentar depresión, miedo, ansiedad, aislamiento, pasividad, tristeza, sentimientos de culpa, baja autoestima, trastornos del sueño, presión alta, gastritis, agresividad, impotencia e inseguridad.
  8. h)   El miedo. Se trata de una causa fundamental que identifica a una mujer violentada. La dependencia emocional logra que la mujer sienta que no vale nada sin su pareja en ningún aspecto. Ella es emocionalmente apegada al hombre cuando piensa que no encontrará otro mejor o que no es suficientemente mujer para emprender una nueva vida con otra pareja o sola.
  9. i)     Creencia religiosa. Es otra razón por la que la mujer permanece en una relación de violencia, pues ella no se decide a romper una unión debido a que hizo una promesa ante Dios. En estos casos, la mujer justifica el maltrato porque “así Dios lo quiere” y tolera cualquier situación, ya que juró amor eterno.

Se deben romper esas ataduras y solo lo puede hacer la misma mujer para lograr salir de una relación de violencia, en la que incluso puede perder la vida, en el peor de los casos. Vivir es una razón muy poderosa para romper este ciclo.

Cuando alguien se encuentre en esa situación, es importante que recurra a recibir ayuda psicológica, consejos que la hagan recuperar su autoestima. Luego, la mujer se debe refugiar en un lugar donde el hombre no pueda encontrarla, informarse y asistir a las instancias correspondientes para salir de una vida de violencia en la que se encuentra por voluntad propia.

*Directora del Centro de Investigación y Capacitación en Derechos Humanos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos