Lo que el viento se llevó
5 de octubre - 2016

mauricio_olaiz

Por Mauricio Hernández Olaiz

Frágil, muy frágil se mostró la capital del estado luego de la poderosa tormenta que la azotó justo hace una semana. Es cierto, fue una dura tromba, sin embargo nos mostró que la ciudad requiere de manera urgente inspecciones profesionales y seguramente un mantenimiento correctivo en muchos puntos de la capital.

Calles inundadas, escaleras convertidas en cascadas, cerros que se desgajan en la garita, Tizatlán bajo el agua, el Tlahuicole y calles aledañas como albercas, tráfico enloquecido, autoridades rebasadas, socavones en Cedros, Atempan y Ocotlán, bardas colapsadas en el Sabinal y Chiautempan, un Escobar abucheado por la ciudadanía, en fin, todo un galimatías por el chaparrón, además sume usted las fallas eléctricas por cableado subterráneo que quedó inundado originando en algunos casos cortos eléctricos de gravedad.

Yo me pregunto… ¿Qué obra se ejecutó durante tantos meses en la avenida Juárez? Se supone que era para eficientar el desagüe y alcantarillado, así como el reajuste del drenaje sanitario, entre otros, al parecer tantos meses de incomodidad no sirvieron de mucho, la ciudad se sigue inundando.

¿Pérdidas materiales y daños a la ciudadanía?, pues solo en la zona de la Garita considerables, ¿quién les va a pagar los daños a sus viviendas y vehículos?.

Ya desde el trienio del patético presidentillo Pedro Pérez Lira, la ciudad se inundaba con cualquier llovizna, pero nos dejó la fuente de la familia y el asta bandera, Escobar reforzó algunas zonas de cuidado como Tizatlán, pero al parecer fue insuficiente, a meses de su salida esas chapuzas de a media muestran que el agua siempre retoma su cauce.

Avalos tiene una tarea complicada, esta tormenta pudo ser tan solo un aviso, una advertencia de algo mucho más serio, no puede Doña Anabell dormirse pronto en sus laureles, debe hacer un trabajo serio y profesional de protección civil, revisar cada foco rojo, si es necesario cada alcantarilla, hacer un peritaje de todos los cerros que rodean a la Ciudad.

Ya una pasada tormenta tronó por completo el puente principal y acceso de la unidad Santa Cruz, es vital revisar el cause del río y sus afluentes, el Zahuapan no tiene palabra de honor, mucho menos los cauces de río que se han formado y consolidado con las pasadas tormentas, hay muchas zonas habitadas en riesgo, no esperemos a que nos pase lo que a las comunidades de montaña en Guerrero.

No quiero sonar alarmista o exagerado, pero nada se pierde con una inspección seria en general en toda la ciudad, se supone que para eso esta protección civil, la CAPAM y la dirección de obras.

Lo que el viento se llevó el pasado jueves que sirva de advertencia, pero la historia nos ha enseñado que en México la clase política no es preventiva, siempre se activa ya ahogado el niño.

El Reglamento de tránsito a casi un año.

Siguiendo con los vacíos de la actual administración capitalina, será el próximo primero de diciembre cuando se cumpla un año de cla entrada en vigor del nuevo reglamento de tránsito. En este se buscaba bajar la incidencia de accidentes en la capital. Aunque el edil no ha dado a conocer al momento cifras sobre si en realidad hubo menos accidentes o no, lo que sí se puede ver a simple vista es que muchos de los apartados en el nuevo reglamento son violados todos los días ante la total pasividad de la autoridad de tránsito municipal.

4 ejes rectores componen el reglamento: peatón, cinturón de seguridad, casco para motociclistas y ciclistas y alcoholímetro.

Usted peatón…¿Se siente respetado? ¿Los vehículos no invaden la zona peatonal?, solo dese una vuelta por la 20 de Noviembre o por el mercado municipal, con todo y que hay “silbantes” que dios le cuide…el transporte público es simplemente antagónico al reglamento.

Digamos que en cuestión del cinturón de seguridad la mayoría lo usa, pero no la totalidad. Como ejercicio práctico antes de elaborar esta colaboración circule por varias calles con presencia de la “autoridad” hablando por celular y sin el cinturón, de cerca de 16 elementos que me vieron, solo uno me llamó la atención, no me multo, no me detuvo.

Sobre el casco…bueno…algunos motociclistas, pero jamás he visto a un solo ciclista con casco, por ningún lado, ni siquiera los que hacen del ciclismo su deporte de fin de semana.

No puedo asegurar que en Tlaxcala capital nunca ha habido un alcoholímetro, pero yo jamás he visto alguno. Por internet encuentro una enorme cantidad de notas sobre el tema:

*Aplicará ayuntamiento de Tlaxcala operativo alcoholímetro los fines

*6 jul. 2016 – Aplicará ayuntamiento de Tlaxcala operativo alcoholímetro los fines de … el ayuntamiento de la capital cuente con un reglamento de tránsito …

*Iniciarán operativos de alcoholímetro en Tlaxcala Capital

*Reforzarán operativo de alcoholímetro en Tlaxcala

*16 jun. 2016 – Entregó Sesa alcoholímetro al municipio de Tlaxcala … de conductores en estado de ebriedad en la capital y con ello prevenir accidentes.

*Intensifican programa alcoholímetro en capital de Tlaxcala.

Insisto, jamás me he topado con uno… ¿son tan móviles y fugaces que no los detecto?

Lo dice alguien que aprendió su lección hace algunos años en el torito de la ciudad de México.

Para rematar, la alberca. (Piscina dirían los letrados)

La Obra magna del actual trienio capitalino corre el riesgo de irse a la porra al igual que el asta bandera millonaria de Pérez Lira que clausuró el propio Escobar, la gran piscina municipal vive momentos difíciles, incertidumbre y pleitos legales. Ya el pasado mes de agosto GenteTlx había informado con todo puntualidad el riesgo que correría este “centro acuático” por las pugnas legales entre varios de los que se ostentan como propietarios del predio en donde se edificó el polideportivo Castillo Peraza, GenteTlx mostró documentos legales en donde se le informaba al ayuntamiento que no podía seguir adelante con la obra so pena de ser demolida en lo futuro, el municipio desacató la orden y ahora la Juez Juanita Munguía Herrera le ordenó al ayuntamiento demoler el Castillo Peraza, claro, el súper equipo jurídico del alcalde afirma que eso no sucederá y que presentarán un amparo y cuanta cosa, solo les recordamos que lo mismo dijeron de la orden de detener la obra y no les importó, ahora menudo lio tienen enfrente.

La pregunta del millón. Si no dejan piedra sobre piedra del polideportivo, ¿quién pagará los costos de la edificación que fueron otorgados por la vía federal? Esperemos que el viento no se lleve la piscina, ni nada más, porque lo que el viento se llevó ya no lo regresará.