Por Fernando Tamayo

El panismo tlaxcalteca vive un doble juego en la Entidad, a pesar de los esfuerzos del adrianista Carlos Carreón para generar unidad en dicho instituto político, la realidad demuestra que en Acción Nacional lo que impera es el doble discurso, la hipocresía y el resentimiento.

Tras la conclusión del proceso electoral de este año donde el PAN y su candidata obtuvieron un lamentable tercer lugar los intentos de unidad han sido en vano, principalmente, por el hecho de que su ex candidata reprochó a los distintos grupos la falta de apoyo a su proyecto culpándolos de su estrepitosa derrota.

Aunado a lo anterior debemos sumarle a la fragmentación blanquiazul el hecho de que la carrera presidencial para el PAN ya comenzó. De acuerdo a distintos estudios de opinión, en nuestro Estado los suspirantes panistas a la Presidencia de la República mejor posicionados son; en primer lugar Margarita Zavala seguida del Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle.

Resulta evidente que la esposa del ex Presidente Calderón sea la mejor posicionada entre el panismo local dado que sus aspiraciones son apoyadas y subsidiadas por el adrianismo quienes ven en ella la posibilidad de regresar a las delicias del poder. En el caso del mandatario poblano, la estrategia redunda en hacerse del control del Comité Directivo Estatal a través de sus aliados quienes no permitirán que Adriana Dávila siga designando a personajes afines a sus intereses.

De esta manera Acción Nacional vive un verdadero divisionismo que los llevará a ser un partido político de segundo nivel, pues con tantos enfrentamientos difícilmente alcanzarán el protagonismo necesario para encarar de mejor manera los próximos comicios. Así dicho partido político requiere gente que tenga la capacidad de construir una verdadera unidad desde las estructuras de lo contrario jamás lograrán ser protagonistas electorales como alguna vez lo fueron en el sexenio anterior. Al tiempo.

Desde la barrera

Se llevó a cabo el Primer Debate Presidencial en los EE.UU. donde los candidatos de ambos partidos lograron plantear sus propuestas a todo el electorado americano. En un evento del cual la democracia mexicana debería aprender, el empresario Trump una vez más evidenció el repudio hacia nuestro país. Esperemos por el bien de México y de los connacionales que habitan en dicha nación las posibilidades de triunfo de este personaje sean cada vez menores.

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