Mixcoatl tomó por sorpresa a los diputados y presentó su renuncia al cargo de presidente de la CEDH. En menos de 10 días, vinieron los dirigentes nacionales del PRI y Nueva Alianza a manifestar su respaldo al gobernador electo Marco Mena. A iniciar las actividades por el 77 aniversario del PAN, Carreón pronunció un discurso que nadie creyó.

Por Edgardo Cabrera

Francisco Mixcoatl Antonio les propinó una cachetada con guante blanco a los diputados, los tomó por sorpresa y presentó su renuncia al cargo de presidente de la CEDH.

Recordemos que fueron los propios legisladores quienes le prorrogaron su estancia al frente del organismo luego de que por sus ambiciones personales e intereses de grupo entramparon -desde hace más de un año- el proceso para renovar la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

En aquella ocasión le dieron la vuelta a la ley y frenaron la llegada de la primera visitadora Angélica Temoltzin Durante.

Ahora, en el callejón sin salida en que se encuentran, se han dedicado a buscar culpables, personajes como Baldemar Cortés o Linconl Rodríguez convirtieron en pelea callejera la relación con el ombudsman sin considerar que con ello dañan la imagen del organismo garante de los derechos humanos.

Incluso, se sabe, venían impulsando un acuerdo para “destituirlo” este mismo martes.

Finalmente en alguien cupo la razón, ahora veremos a quién más culpan los diputados por sus yerros y ambiciones insatisfechas.

Señales

En menos de 10 días, vinieron los dirigentes nacionales del PRI y Nueva Alianza a manifestar su respaldo al gobernador electo Marco Mena, de cara a su próxima responsabilidad.

Ayer le tocó el turno a Luis Castro Obregón, quien encabezó un curso con autoridades electas, y en este contexto le refrendó el apoyo de su partido para lo que será su administración.

Mena fue apapachado no sólo por el líder nacional del Panal, sino también por aquellos diputados, alcaldes y presidentes de comunidad que entrarán en funciones en enero.

Esto es una muestra de que a nivel nacional el tema de Tlaxcala ya está en otra etapa, máxime cuando trasciende que las impugnaciones que aún siguen vivas en la Sala Superior del Trife no prosperarán por carecer de sustento.

Chimoltrufio

Al tratar de quedar bien con su invitado de honor (el ex senador Juan José Rodríguez Prats), el dirigente panista Carlos Carreón pronunció un discurso que nadie creyó.

En el marco del inicio de las actividades por el 77 aniversario del PAN, el tlaxcalteca llamó a la “unidad”, no sólo eso, pidió regresar a la esencia del partido «ciudadano y honesto».

¡Ah caray!, don Carreón olvidó que semanas atrás encendió la hoguera para castigar a los correligionarios que no apoyaron el proyecto de Adriana Dávila y amagó con expulsarlos por traidores.

En su amnesia y en eso de la “honestidad”, tampoco recordó que algunos diputados estrechamente ligados con la dirigencia estatal han protagonizado escándalos de copas, son acusados de un inexplicable enriquecimiento, son cómplices de la corrupción en la aplicación de los recursos públicos por su omisión en el tema de la fiscalización y, para rematar, son tan opacos que temen hacer públicas sus declaraciones patrimoniales.

Lo peor, habla de unidad y en su primer acto de aniversario eso nada más no existió, fue desairado por aquellos que no comulgan con la dirigencia estatal.

El asunto es que si Carreón sueña con reelegirse como dirigente estatal del partido, su discurso debe coincidir con sus acciones, y eso dudamos mucho que algún día ocurra.

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