Con la estrategia de la “victimización”, la campaña de Lorena Cuéllar suma ya 3 momentos diametralmente opuestos. Ante el eventual cierre de campañas, algunos candidatos alistan el terreno para denunciar “fraude electoral” en caso de que los resultados no les sean favorables. Finalmente despertó la campaña del empresario abarrotero Javier Rivera

Por Edgardo Cabrera

Con la estrategia de la “victimización”, la campaña de Lorena Cuéllar suma ya 3 momentos diametralmente opuestos. Recordemos que cuando arrancó la vimos empujando propuestas (algo que ahora sólo se percibe en sus spots), luego dio un giro radical para emprender una guerra de encuestas, y ahora está en la etapa de la martirización.

El segundo debate fue el arranque de su nueva estrategia enfocada a justificar los precios de risa que ella mismo dio y con los que aparecen sus propiedades en el 3de3. Habla de un juego sucio y de ataque en su contra, cuando en realidad fueron sus asesores quienes la pusieron en entredicho ante la opinión pública y los medios nacionales.

Ahora asegura ser víctima de un supuesto espionaje telefónico (del número celular que ella misma hizo público en el debate) y hasta de persecución.

La candidata está mal aconsejada en su estrategia mediática, sus continuas ruedas de prensa en lugar de mostrarla fortalecida la evidencian angustiada y sobreexpuesta.

Contagiados por la paranoia, sus huestes son cada día más intolerantes, no aceptan cuestionamientos o criticas, su ambición de poder y cargos los cegó.

Y aunque lo nieguen, lo cierto es que para nadie es desconocido que desde su casa de campaña se han orquestado guerras de lodo, filtración de encuestas, ataques y calumnias contra sus adversarios (la propia Adriana Dávila así lo denunció), por lo que resulta cuestionable que avienten la piedra y escondan la mano en una nueva estrategia que busca la compasión del electorado.

Encarnizada

A colación de las “nuevas” estrategias, las próximas 3 y últimas semanas de campaña serán de una lucha encarnizada y, de no lograrse el despegue contundente de un punter@ el escenario poselectoral será de conflictos y pugnas legales.

En algunas casas de campaña alistan el terreno para denunciar “fraude electoral” en caso de que los resultados no les sean favorables.

Tan es así que han iniciado una ofensiva en contra del ITE y el INE, es la misma estrategia implementada por Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales que terminaron por deslegitimar a las casas encuestadoras, al árbitro y por supuesto al triunfador de la elección.

Adicionalmente los equipos legales se han reforzado con la indicación de saturar a la autoridad electoral y los tribunales con la presentación de recursos.

Estamos ya en una batalla sin cuartel ni trinchera.

Ejército Rojo

Parece que finalmente despertó la campaña del empresario abarrotero Javier Rivera, dejó el letargo y el discurso del “hombre del millón”. Con nuevos estrategas ha comenzado a jalar las estructuras de otros partidos y trascienden posibles declinaciones a su favor.

Si el ejército rojo pone su maquinaria y Javier Rivera continua en esta línea el PRI estaría en la vía de disputarle al PAN la alcaldía.

Los otros debates

En el oriente del estado, Jesús Lohr del PAC ha marcado la agenda en los dos debates organizados por medios locales; no se limitó en su exposición y tildó de hipócritas e incongruentes a quienes en ese mismo acto hablaban de transparencia, específicamente a Jorge Jasso y Mari Carmen Cervantes, del PRI y PAN respectivamente.

A Jasso lo hizo salir corriendo del debate, no sin antes quedar ante las cámaras como un novato candidato, mientras que a la hermana del ex alcalde Raúl Cervantes la desconcentró al punto de exhibirla como una dama limitada en el discurso y la razón.

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