Por Ivonne Leyva

Aún con la resaca de la jornada electoral iniciamos la semana con la noticia de que el Congreso del Estado ha decidió aprobar la reforma electoral que dicho sea de paso ya con bastante demora y más obligados por el próximo inicio del proceso electoral local.

Sin embargo uno de los temas que podría ser significativo para la mayoría de los ciudadanos es la existencia de las Diputaciones por Representación proporcional, y sólo para ponerle en antecedente con un poco de historia esta figura nace desde que se estableció el régimen de partido de estado, de aquel partido político casi único, dominante, hegemónico donde el pluralismo político era sólo un concepto universitario y donde el monopolio del poder se concentraba de manera grosera en un solo partido, por lo que obviamente a la oposición se le mantenía marginada y en muchas ocasiones controlada mediante la corrupción, la cooptación y la represión, sin embargo esta situación en un primer momento fue aceptada por la oposición pero comenzaron a surgir los problemas sociales y repercutieron en la legitimidad de las elecciones.

Por lo que ante tales circunstancias, nace esta figura de representación proporcional a través de listas de candidatos los cuales operan en razón de un número de votos recibidos en el partido político o candidato a través de las candidaturas por mayoría relativa, aquellos ciudadanos que buscan con sus propuestas convencer al elector que su partido es la mejor elección, estos votos cuentan y forman un cociente para la asignación de diputaciones plurinominales.

Aunque en un inicio se pensó acallar la molestia ciudadana regalándole espacios pequeños a los partidos políticos “chiquitos”, en realidad restó poder político al partido único y dio entrada a la pluralidad política, sin embargo en la actualidad se ha convertido en la lista de los dirigentes, presidentes, comisionados y otros funcionarios partidistas y también allegados ya sea del Gobernador o Presidente en turno, en la que el interés personal predomina sobre la mejoría de la colectividad social.

Pues esta figura de “proporcionalidad” se ha convertido en un monstruo de cien cabezas, de traiciones y de “cabildear” al mejor postor, abandonando los ideales de los partidos políticos por los que acceden a la representación, por lo que con la recién aprobada reforma electoral estatal, esta figura se reducirá de 32 a 25 diputados que vivirán a costa de los impuestos de su servidora y de usted.

Y aunque existan opiniones en contra, bajo el argumento de que los partidos “chiquitos” carecerán de presencia ante la cámara, y les dará más poder a los partidos con mayor representación ya sea por ganar en sus distritos electorales y por una asignación mayor de representantes por la vía plurinominal, lo cierto es que durante más de 60 años esta figura ha dejado mucho que desear, no sólo por su forma de llegar al poder sino de los carentes resultados obtenidos.

Sin embargo como siempre lo he mencionado todo al tiempo, ya que sólo al ponerlos en operación nos daremos cuenta de la viabilidad de la reforma.

Agradezco la atención a este espacio de opinión y quiero invitarlo a enviar sus comentarios o propuestas de temas a tratar al correo electrónico Ivonne_ley@live.com.mx.