Moreno Barrón juega con fuego, si bien está en su derecho de condenar la actuación de los políticos y de criticarlos, debe predicar con el ejemplo y empezar por blindar a la iglesia católica. Por segundo año consecutivo, miembros de la comunidad lésbico-gay acusaron a la senadora Martha Palafox de haberlos utilizado como botín político

Por Edgardo Cabrera

El obispo Francisco Moreno Barrón dejó atrás el comportamiento discreto de los jerarcas católicos de Tlaxcala, ahora parece querer influir en los procesos electorales de 2015 y 2016.

Hace unas semanas convocó a una movilización multitudinaria en contra del aborto, movió una marea de personas, se estima que al menos 20 mil, algo que no han podido hacer organizaciones civiles ni partidos políticos.

Ahora, aprovechando la “bajada” de la virgen de Ocotlán, convirtió la celebración religiosa en un acto de crítica a los políticos a quienes descalificó por no cumplir sus promesas y provocar un ambiente generalizado de desconfianza en las instituciones, servidores públicos y la clase gobernante.

Pese a la postura, pidió a los fieles salir a votar, y no permitir la venta o compra del sufragio.

Moreno Barrón juega con fuego, si bien está en su derecho de condenar la actuación de los políticos y de criticarlos, debe predicar con el ejemplo y empezar por blindar a la iglesia católica.

Recordemos que sacerdotes han sido acusados de inducir el voto, hace 2 años, para no ir tan lejos, fue anulada la elección de Apetatitlán por la intromisión del párroco a favor del PAN.

También está el caso de Fulgencio Torres Tizatl, a quien hace más de una década se le cebó su victoria por la alcaldía de Zacatelco por la misma razón, hubo que convocar a un proceso extraordinario.

Francisco Moreno tiene razón al evidenciar la falta de compromiso de los políticos y el descredito de las instituciones, pero también debe hacer un acto de contrición.

Oídos sordos

Por segundo año consecutivo, miembros de la comunidad lésbico-gay acusaron a la senadora Martha Palafox de haberlos utilizado como botín político cuando aspiraba a llegar a la Cámara Alta del Congreso de la Unión.

Tal parece que la suspirante a la gubernatura tiene oídos sordos para este grupo, lejos quedaron esos tiempos de campaña cuando incluso se unió a la marcha por el “orgullo gay”, ahora ni las llamadas les toman, según nos confió el propio Coordinador Nacional de Diversidad Sexual, Diego Muñoz Jiménez.

Esos con lo que se tomó las foto en el año 2012 –en la que por cierto también aparece la perredista Eréndira Jiménez– ahora la acusan de homofóbica y esa consigna ya le pesa en sus nuevas aspiraciones.

La llamada comunidad LGBTTTI se siente traicionada por la legisladora.

No hay que perder de vista que este grupo se inclina tradicionalmente por los partidos de izquierda y vemos que la senadora neo izquierdosa cayó de su gracia.

Por cierto que para la coordinación nacional de diversidad sexual la diputada local Eréndira Jiménez es “la única” que se ha comprometido con ese sector al buscar destrabar las iniciativas de la ley para prevenir, erradicar y sancionar la discriminación en el estado de Tlaxcala y las modificaciones necesarias para el código civil y permitir las bodas entre personas del mismo sexo.

Contraparte

Tras el posicionamiento de la Coordinación Nacional de Diversidad Sexual, nos llamó Nayeli Romero de la oficina de la senadora “indignada” por la crítica y “demandó” bajar la nota, petición que, por cierto, desnuda la política de comunicación que pretende la legisladora en caso de llegar a la gubernatura.

En contraparte se le ofreció el espacio para que la senadora Palafox fijara su postura en el mismo lugar donde apareció la nota del periodista José Luis Ahuactzin, pero nunca llegó a la redacción su punto de vista. El que calla, otorga…

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