Cuestionan activistas pleito político de Adriana y Rosi por la Trata
25 de enero - 2015

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Tlaxcala| Manuel Morales.- La directora del Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos A.C., María Guadalupe García Vargas, lamentó que en Tlaxcala los precandidatos, candidatos, diputados locales, y legisladores federales utilicen el problema de la trata de personas con fines de explotación sexual como bandera política y no como un verdadero sentir social para erradicarlo y combatir el problema de fondo.

La activista social dijo que “es triste saber que a las mujeres víctimas de trata las obligan a tener 35 relaciones sexuales al día, y que eso para los políticos sea sólo una oportunidad para atraer reflectores y ganar votos para uno u otro partido político”.

García Vargas dijo que para los políticos que usan como bandera la trata de personas, les informa que este flagelo social se expandió a 35 municipios del sur principalmente, lo que indica que este ilícito no disminuye si no al contrario va en aumento.

Incluso, señaló los casos de la activista Rosi Orozco y la senadora tlaxcalteca Adriana Dávila Fernández, de buscar reflectores y poco por combatir este fenómeno social.

“Es doloroso que el Gobierno y que en sí los políticos retomen el tema de la trata como una bandera política, pero sí nos preocupa que Rosi Orozco y Adriana Dávila lo tomen como una bandera política más que como un compromiso con el dolor de las víctimas… ambas se han enfrascado desde ya hace mucho tiempo en un pleito que solo refleja intereses políticos y desatienden la parte que dicen defender…”, dijo la activista.

Criticó que no es posible comprender que la propia Orozco haya promovido un premio al Gobierno de Tlaxcala por sus acciones contundentes contra la trata de personas, cuando en un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es claro que en aquí la situación sigue siendo grave.