Por Fernando Tamayo

La semana anterior el grupo panista, al interior del Congreso, evidenció que el divisionismo en su partido va más allá de la designación de espacios en el Comité Directivo Local. La crisis que vive dicho instituto político se ha extendido hasta la Legislatura Estatal y ha permeado a la bancada del PAN, la cual se ha revelado frente a sus dirigentes y sus decisiones.

A pesar de que el nuevo Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional envío un mensaje de unidad y de sanar las heridas derivadas tras la elección, lo cierto es que, al menos al día de hoy, el divisionismo y la falta de comunicación y consenso es la característica principal entre los azules.

Y es que sin duda, el intento del CDE de relevar al Diputado Humberto Macías e imponer a Ángelo Gutiérrez como nuevo líder de la bancada del partido en el Congreso evidenció que entre los representantes populares y los actuales dirigentes existe una completa y absoluta falta de dialogo que los llevó a inmiscuirse en una disputa tribal entre aquellos que consideran que la decisión fue impositiva y unilateral, y quienes consideran que el Comité Directivo tiene la facultad de nombrar al coordinador panista.

Lo cierto es que la actitud por parte del Dirigente Estatal Carlos Carreón, además de demostrar la falta de unidad, demostró la carencia de oficio político por éste personaje ligado directamente con la Senadora Adriana Dávila. Es inconcebible que una decisión como la de modificar al representante del partido en el Congreso del Estado jamás haya sido consensuada o al menos discutida entre los legisladores y su dirigente estatal.

Desafortunadamente, y según ha trascendido por parte de los propios panistas, al día de hoy el nuevo líder panista ni siquiera se ha comunicado con aquellos que tienen mayor representatividad en el Estado con este instituto político, incluso, la falta de comunicación con representantes populares no es exclusiva con los legisladores locales, sino que además, alcanza a los propios alcaldes panistas y los que tampoco se han reunido con el líder estatal para establecer una labor conjunta.

Los blanquiazules, comenzando por su Presidente Estatal, deben entender que para lograr ser competitivos en las elecciones federales de 2015 y las estatales de 2016 están obligados a trabajar de manera coordinada entre ellos y dejar atrás las pugnas y disputas personales. De lo contrario, el papel que jugarán como una de las fuerzas políticas más representativas se ira diluyendo de la misma manera en que las posibilidades de regresar al poder estatal se van mermando. Al tiempo.

Desde la barrera

Lamentable resultó la exposición pública que sufrió el Presidente Municipal de Tetla, quien además de mostrar el desconocimiento total de las leyes, puso de manifiesto la imperiosa necesidad de capacitar a los representantes populares quienes muchas veces llegan con más deseos que preparación a la vida política. Ahora el joven Alcalde, será recordado más, por haberse colocado la Banda Presidencial para dar el grito de Independencia que por los resultados que obtenga en su administración.

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